SOL Y LUNARES, EN LA MIRA
Bronceado seguro. Contrarrestar los efectos nocivos de los rayos solares sobre la piel es la mejor manera de evitar lesiones en el futuro. Un indispensable clave: el protector solar.
Mucho se habla acerca de la importancia de la prevención y los cuidados frente a la exposición solar. Así, aunque en forma lenta pero sostenida, la población de todo el mundo ha tomado conciencia sobre la necesidad de proteger su piel de los rayos solares y el uso de productos destinados a ese fin se ha vuelto casi un hábito cotidiano. Sin embargo, en los últimos años se han registrado más casos de melanoma que de otro tipo de cáncer. Representa sólo el 1% entre la diversa variedad de patologías de este tipo pero es el más agresivo y de peor pronóstico y por esto está llamando la atención de especialistas de todo el mundo. Australia es el país que lidera el ranking con uno de cada 20 afectados de raza blanca. Le siguen los Estados Unidos con uno de cada 35 habitantes que lo padecen.
En nuestro país, según los reportes correspondientes al año 2015 de la Dirección de Estadística e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación, mueren 10 argentinos por semana a causa de este tipo de cáncer.
“En gran medida, consideramos que el aumento de la incidencia de melanoma en los últimos años se debe a cambios de hábitos de vida que implican una mayor exposición al sol, un aumento en la expectativa de vida y la disminución de la capa de ozono, que reduce la protección natural contra los rayos UV”, asegura la doctora Gabriela Cinat, médica oncóloga, jefa de la Unidad de Melanoma y Sarcoma del Hospital Oncológico Ángel Roffo. Signos de sospecha. Puede aparecer sobre la piel normal (como sucede en el 75% de los casos) o iniciarse sobre un lunar previo (sea de nacimiento o no, esto ocurre en el 25% restante) y generar un cambio en sus características originales; ser de un solo color (marrón, negro, rojizo) o tener varios colores al mismo tiempo.
“Como signo de sospecha de que una lesión sea un melanoma, se puede utilizar la regla del ABCDE: asimetría, bordes irregulares, varios colores, diámetro mayor a 6 mm, y evolución o cambio a lo largo del tiempo. Si alguna de estas características está presente hay que consultar con el dermatólogo. También debe llamar la atención el signo del patito feo, es decir, cuando un lunar es muy diferente al resto de los lunares de esa persona, ya sea por el tamaño, la forma o el color. Pero no hay que alarmarse. Esto es solo una guía ya que algunos melanomas no cumplen la regla del ABCDE y sólo el dermatólogo es
capaz de reconocerlos”, explica la doctora Virginia Mariana González del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán.
¿Otros signos para tener en cuenta? Manchas planas rosadas o rojizas, ásperas al tacto y que se vuelven cada vez más rugosas en la cara, en el dorso de las manos, en el labio inferior y en las orejas; bultos en la piel que crecen en forma sostenida en el tiempo y lastimaduras que no cicatrizan a pesar de un tratamiento correcto. Incidencia. El melanoma puede aparecer a cualquier edad aunque es más frecuente luego de los 50 años. Sin embargo, las últimas estadísticas indican un llamativo y rápido aumento de la incidencia en mujeres de menos de 40 años, grupo en el que ha superado al cáncer de mama. Se presenta 20 veces más en la población blanca que en la afroamericana y afecta en mayor medida a quienes tienen piel y ojos claros, rubios o pelirrojos. “El melanoma se diagnostica en promedio 10 años antes que la mayoría de los cánceres, o sea afecta mucho más a una población con proyectos en desarrollo, familia a cargo y económicamente activa”, indica la doctora Cinat. Cuidados. Lo recomendable es consultar al dermatólogo una vez al año, ya que la mayoría de los melanomas se descubren en exámenes rutinarios aunque también pueden ser detectados por el propio paciente o por un familiar. La educación y la concientización son también claves para proteger la piel, especialmente en los chicos y en los adolescentes. Es que entre los principales factores de riesgo de desarrollar melanoma se encuentra la historia de exposición a rayos UV (ultravioletas, naturales o artificiales) en forma crónica, es decir, la acumulación de rayos solares que ha tenido la piel a lo largo de la vida de una persona.
Además, otros factores de riesgo son: tener piel clara que se enrojece fácilmente con el sol y se broncea con dificultad, pecas, más de 100 lunares, o lunares atípicos; tener o haber tenido una exposición exagerada a los rayos ultravioleta ( RUV) del sol ya sea por motivos laborales o recreacionales; el uso de las camas solares; la inmunodepresión (trasplantes, etc.) y antecedentes personales o familiares de cáncer de piel, y ciertas enfermedades genéticas. Prevención. Son reglas sencillas pero fundamentales. Evitar la exposición excesiva al sol, especialmente entre las 10 y las 16 horas, y durante los meses que tienen la letra R (todos menos mayo, junio, julio y agosto). Aplicar con frecuencia protector. Colocar el producto en todas las áreas no cubiertas por la ropa, 20 a 30 minutos antes de exponerse y volverlos a colocar cada 2 a 3 horas, o luego del baño o de transpiración intensa. Hay que usar sombreros, anteojos con protección para rayos UV y ropa que cubra la mayor parte de la piel posible. Cuidar la piel hoy evita lesiones en el futuro.
HAY UN LLAMATIVO AUMENTO DE LA INCIDENCIA DE MELANOMA EN MUJERES MENORES DE 40.