Entre el timón y la amenaza de naufragio
La entrevista tuvo lugar en su casa: me abrió su ámbito personal para que su mundo apareciera en nuestro diálogo. Estaba francamente interesada, aunque también inquieta, algo nerviosa, buscando no sentirse invadida y que el entorno no la abrumara; necesitando sentirse cómoda en su espacio y poder recorrerlo a través de mis preguntas con soltura, más aún, con confianza. Fue importante para ella intentar contar a través de su experiencia terapéutica su lucha por salir de la captura de las adicciones, y conferirle a ese interlocutor imaginario que puede habitar el alma de tantos, la esperanza en el trabajo y el compromiso con la búsqueda y la cura personales. En sus palabras, se condensaba lo valioso y lo irracional, el talento y el encuentro con desconciertos. La realidad y la fantasía se mezclaban a veces, sin poder diferenciar claramente sus ámbitos. Las experiencias nuevas eran, para ella, siempre una tentación que tenían que ver, por un lado, con el descubrimiento y, por el otro, con correr el límite de lo convencional. A veces tenía el timón; otras, la amenaza del naufragio. Pero esta talentosa artista, ayudada y agradecida de un equipo con el que supo rodearse para poder salir a flote, sabe que su combate se da todos los días. Y no está dispuesta a ceder en esta búsqueda, donde ya ha encontrado mucho y que no solamente quiere preservarlo, sino potenciarlo. Nuestro final de diálogo tuvo de parte de ella palabras muy emotivas y sensibles: un reconocimiento honesto que recordaré.