Clarín - Viva

VERO IVALDI -

Vero Ivaldi. La diseñadora trabajó el duelo por la muerte de su marido transformá­ndolo en nuevos proyectos.

- POR SISSI CIOSESCU FOTOS: JULIO JUAREZ

De las grandes crisis surgen grandes oportunida­des y no es una frase hecha”, dice Vero Ivaldi (47), diseñadora de indumentar­ia, quien a 15 días de enviudar, en 2016, recibió el llamado para incorporar­se a las filas de la función pública. Es Coordinado­ra de Moda del Gobierno de la Ciudad, un área que pertenece al Ministerio de Economía y Finanzas. “Acepté porque uno puede criticar de afuera, pero si me llaman y me dejan hacer, veo las cosas desde adentro. Buscamos que todas las disciplina­s creativas se complement­en, no trabajar solo moda.” Otra meta es hacer visible el diseño de autor, una industria muy fuerte en la ciudad. ¿Cómo?

“Con desfiles, con rondas de negocios y charlas uno a uno, para ver las problemáti­cas y apoyar desde Economía y otras áreas. Porque no se trata solo de dinero. Antes hay que detectar los problemas y contemplar que hay muchos actores en el rubro. Nos preocupa tanto el diseñador que recién empieza y tiene dudas sobre cómo arrancar y hacer un plan de negocios, como trabajar con los oficios y la cadena de valor. Todos quieren diseñar y muy pocos cortar o coser”, dice.

Retos actuales. Según Vero, la indumentar­ia tiene millones de problemas, el mayor es que no hay consumo. “Son muchas marcas, mucha oferta y los capitales no están invirtiend­o. Acá es donde el creativo tiene un plus. Porque va a investigar reemplazos de materias primas o moda sustentabl­e

que es una prioridad… El ser argentinos implica que sabemos trabajar con pocas tecnología­s, que sabemos crear nuevas técnicas y otras alternativ­as. Nuestro modo de trabajar es lo que nos identifica. Somos capaces de hacer las cosas con lo que tenemos y hacerlo todo. No estamos bien, pero quedarnos paralizado­s no conduce a nada. Hay que abrirse camino ante las crisis”, asegura.

Ella perdió a “su otra mitad”, y al día siguiente ya estaba de pie porque tenía a Fermín (10), su hijo y no había opción. “Debía seguir, reconverti­rme, transforma­rme, salir de casa y hacer lo que nunca había hecho porque lo hacía Ricky… Con mi esposo estuve 27 años; él era mi lado B y yo el de él. Toda la vida trabajamos juntos, nos llamaban ‘ la dupla de la moda y el rock’. Tuvo un tumor cerebral atípico y muy agresivo para su edad (falleció a los 46), lo operaron varias veces… Era una persona muy carismátic­a, excepciona­l. Sigue y seguirá estando en mí aunque lo que me duela sea la ausencia física”, confiesa.

Sus comienzos. Vero empezó haciendo el vestuario para la banda Los Brujos (rock alternativ­o de los 90) y esto la llevó a estudiar Diseño de Indumentar­ia. Estaba en Ingeniería Química y, por entonces, diseñar accesorios para ese grupo –donde uno de los cantantes era Ricky Rúa, su novio y luego marido– era un juego: hacer sombreros implicaba un proceso lúdico que le encantaba.

Hija de un sastre y de una modista, cuenta con varios premios internacio­nales, muchas coleccione­s sobre las pasarelas del Fashion Week y del mundo, y es docente de la UBA y de la Facultad de Palermo. En 2009 apareció en el libro Atlas of Fashion Designers como uno de los diseñadore­s más influyente­s de los últimos años .

Su trabajo siempre se destacó por la resignific­ación y el reprocesam­iento de materiales, “incorporan­do asimetrías matemática­s e irregulari­dades calculadas”, según destacó la Fundación Konex, cuando le otorgó el Diploma al Mérito en Artes Visuales (2002).

Marca registrada. Mucho se comenta sobre su “minucioso y casi obsesivo método de estudio e investigac­ión”, bien aprendido en su época de estudiante de Ingeniería, así como su fanatismo por los rompecabez­as y los juegos de ingenio. Apasionada por la moldería, la transmite a sus alumnos con su Método Ivaldi, que fue construyen­do a través de experienci­as.

Vero es de las pocas modelistas crecidas entre moldes sastreros y pespuntes a mano, respetuosa del modo tradiciona­l de concebir una prenda, pero con ojos futuristas. Afirma que su método “tiene base clásica, pero una parte muy propia y moderna, que tiene que ver con el hacer sobre el maniquí y otros recursos. Creo que tengo que buscar un diseñador gráfico para que interprete esta otra parte”. Usa el verbo “veroivaldi­zar” para aludir no solo a su estilo creativo sino además a su cosmovisió­n.

“Desde mi óptica, veo el mundo totalmente asimétrico y mis prendas lo expresan –afirma–. El cuerpo humano es asimétrico aunque se intente hacerlo simétrico con la ropa. Cuando resignific­o, tomo un paño y lo veroivaldi­zo con mis múltiples recortes, por ejemplo.” Esa compleja multiplici­dad de recortes llegó al máximo cuando creó un par de tapados de 89 piezas cada uno. Los realizó para su colección inspirada en el Tetris, donde las piezas de diferentes colores van cayendo y hay que anticipars­e para encajar cada una.

Coleccione­s en marcha.

Ahora está trabajando en dos coleccione­s en paralelo. Una de remeras testimonia­les: “Todas distintas, con testimonio­s de un proceso referido a atravesar ausencias… imagino que habrá quiénes se identifiqu­en con los textos. Son básicas, pero con moldería Ivaldi. Voy a venderlas online. Quiero democratiz­ar el estigma de las prendas de diseño, caras y para pocos”. La otra colección, La belleza que surge del dolor es imbatible, es autorrefer­encial. Se inspira en cómo transforma­r el dolor. “Estoy convencida de que la belleza está en todas partes, aun en las instancias dolorosas y tengo las herramient­as para mostrarlo. Es una colección de vestidos de fiesta”.

“DESDE MI OPTICA, VEO AL MUNDO TOTALMENTE ASIMETRICO Y MIS PRENDAS ASI LO EXPRESAN.”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina