CAPOCOMICOS DEL HUMOR VIRAL, ¿QUIENES SON LOS NUEVOS DUEÑOS DE LA RISA ARGENTINA?
Humor online. Quiénes son los que lanzan esos memes que nos llegan a las redes. Ni YouTubers, ni Instagramers: hacen fotos y videos para que nos riamos de nosotros mismos en plena crisis.
Algunos lo llaman “Dancing Baby” o “Baby Cha-Cha”. Así se lo conoce al primer meme de la historia: un bebé animado bailando en círculos sobre fondo negro. Fue creado en 1996 y se difundió por correo electrónico en los tiempos de internet por dial up. Hoy a cualquier archivo que se viraliza, sea una foto, un audio o un video, lo llamamos “meme”. Nadie escapa a los memes: ¿O acaso no te llegó alguno hoy en el grupo de WhatsApp de tus amigos? ¿Y en el de tu familia?
Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp son el principal terreno donde se esparcen los memes. Y en Argentina, hay gente que encuentra en este formato una herramienta para explotar su oficio (diseñador, dibujante, fotógrafo) e imponerse por fuera de la fauna de youtubers, instagrammers y actores de stand up que pululan en Internet. Crean su propio nicho de seguidores y alcanzan cierta popularidad, que se puede traducir en dinero, auspicio de marcas, vidriera para conseguir otros trabajos o, simplemente, diversión diaria. Crean “memes de autor”, fotos, dibujos, capturas o videos firmados, no anónimos. La intención: provocar risa, o una sutil sonrisa.
La idea es aggiornar la tradición de humor gráfico argentino. Aquélla que tiene en su historia a revistas como Rico Tipo, Tía Vicenta, Satiricón, Humor y, últimamente, Barcelona. Grupos que publican en las redes como Eameo o Amor del 2000 serían como la versión a escala “tweet” de Humor o Barcelona. Además, hay que contar la interacción como motor: cuentas como Gente Rota o Amor del 2000 reciclan data que les envían los seguidores. Pero el objetivo es uno: ser viral.
Y ser viral se puede convertir en un arma de doble filo al llegar a lugares impensados. Incluso puede ser algo involuntario, como el caso de “La cheta de Nordelta”, quien se hizo conocida hablando mal de sus vecinos por WhatsApp. Ser o no ser viral, esa es la cuestión, en estos tiempos de hiperexposición. Fotomontajes, capturas de pantalla y audios filtrados: así se reinventa el humor argentino en la era 3.0.
El animador. “Nadie está preparado para que se vuelva viral lo que hace”, asegura Gabriel Lucero, el creador de la web Gente Rota (@ gabrielhlucero) En 2015 empezó a practicar animación con su computadora y en vez de usar un guión, optó por dibujar audios graciosos de WhatsApp que andaban circulando por la red, recreando cómo serían los personajes de esas charlas y sus reacciones. Hoy recibe 500 audios por día, provenientes de los más de 500.000 seguidores que tiene en Instagram, donde abundan peleas de parejas, infidelidades, paranoias, celos y hasta discusiones de niños. Todo un muestrario de la neurosis criolla siglo XXI.
“Es una mezcla entre ficción y realidad”, desmenuza el autor. “No llega a ser un chiste ni un testimonio documental. No ves a la persona que habló, es lo que yo me imagino. ¡Incluso a veces es todo lo contrario a lo que me imagino!” Uno de los personajes que más conocidos se hizo fue “El Fletero”, un hincha anónimo que terminó armando su propia cuenta y salió en televisión después del furor de su caricatura digital. “Hay gente que lo ama y gente que no quiere verlo más. En Latinoamérica se hizo muy popular, porque les gusta la forma de hablar de los argentinos, y Sebastián Yatra, el cantante colombiano,
me encargó un par de videos con el audio de él comentando su música.”
Si de argentinidad se trata, acá está a flor de piel. Hay broncas con los telemarketers, con los servicios de cable, con los aumentos de las tarifas y con los detractores de Messi. ¿Cómo afecta la coyuntura? “Trato de que la página sea un lugar para descomprimir y reírse un rato, no quisiera que se convierta en un muro de los lamentos de la crisis”, aclara Lucero. “En los comments de los seguidores he llegado a ser el peor gorila del país y el más zurdo del planeta en la misma semana. No sé cómo, pero parece que abarco todas las ideologías.”
¿Qué proyección hay a futuro? “Hoy en día, por más genial que sea lo que hagas, ya viene con fecha de vencimiento. Yo pienso todo el tiempo ideas de pilotos de series para producir y seguir creciendo, mejorar. Y además, como influencer, soy medio loser: soy muy colgado como para vender algo por Internet. Si mi público me ve mostrando una marca de zapatillas, me pide: ‘Dejá de hacer chivos, ¿querés?’.”
Los reyes del Photoshop. En Eameo (@eameook) no se salva nadie. A través de fotomontajes humorísticos, su colectivo de diseñadores se burla de Macri, Carrió, Vidal, Cristina, Scioli, Massa y cuanto político marque la agenda del día. Por ejemplo, Macri puede aparecer cosiendo estrellas en la bandera norteamericana, CFK hablando a cámara con un retrato de Menem en su escritorio, y Christine Lagarde ocupando el lugar de Eva Perón en la fachada del Edificio del Ministerio de Obras Públicas. “No les pegamos ni por ideología ni por rebeldes ni por tribuneros. Les pegamos desde nuestro espacio como todos les pegan en sus trabajos, en sus juntadas y en sus cenas familiares”, argumentan.
Empezaron en 2014 como un chiste entre amigos, retocando imágenes con Photoshop, y hoy son un fenómeno que suma dos millones de seguidores entre Facebook, Twitter e Instagram. A su manera, actualizaron la línea ácida de las revistas Humor y Barcelona. “Al principio, sólo tomábamos dos fotos de universos que no se pertenecen y las combinábamos para que quedaran naturales visualmente, pero que mental- mente hicieran ruido”, recuerdan. Usaban imágenes icónicas y les agregaban algún condimento argentino. Así nació su logo, que es una Zulma Lobato en versión pop art, tipo Andy Warhol.
La escalada llegó tan lejos (van por los 10.000 posts) que confundió a más de un periodista televisivo, que entendió sus chistes como fotos reales y se indignó públicamente. “¡Es el triunfo del Photoshop!”, festejan ellos, quienes se esconden detrás de máscaras para no revelar sus identidades y sólo responden a las entrevistas por email. “Nos pone muy contentos ver que algunos ojos profesionales, entrenados para identificar una imagen retocada o capaces de darse cuenta de que algo es en joda, igual caigan y se lo crean. Lo feo sería que tomen represalias, pero de eso venimos invictos. Ningún político se nos calentó, ni nos hizo ningún planteo. Solo tuvimos un asunto con una imagen de Luis Majul, que hizo que nos suspendieran la página cuatro días.”
¿ Sacan algún rédito de la página? ¿Viven del fotomontaje? “No, más bien Eameo vive de nosotros, pero por suerte es de bajo mantenimiento. No le sacamos un mango a la página: la gente entra gratis, disfruta gratis, comparte gratis y, cuando no le gusta algo, se queja como no se anima con Edesur”, ironizan.
Los memes de la farándula. Entre divas, cantantes pop y figuras mediáticas, las protagonistas de los chistes de Ketoda (@ peroketoda, leer como “¿Qué? ¡Toda!”) son mujeres de la farándula, un crisol que va desde Mirtha Legrand, Moria Casán y Silvia Süller hasta Nicki Minaj, Ariana Grande y Beyoncé. Lo que empezó como un mero resumen semanal del espectáculo, basado en los escándalos de Intrusos y Bailando por un Sueño, decantó en clips y fotos con el estilo de los inserts de Bendita TV, que plantean situaciones cotidianas y estados de ánimos de la gente común. “¿Y vos qué Britney Spears sos hoy?”, se pregunta un posteo graficado con 12 etapas de la estrella norteamericana, que van desde la colegiala sexy de 1998 hasta la rapada furiosa de 2007. “Con Britney no se jode, nunca se la bardea”, proclama su creador, Juan Cocucci.
Desde 2016 la página tuvo tanta buena aceptación entre nuestras celebrities criollas (“Me siguen Cande Tinelli, Mica Tinelli, Malena Pichot... ¡Jimena Barón siempre comenta y se mata de risa con los videos!”), que la propia Susana compartió en sus redes un video que le hicieron bajando de la limusina con música de Britney de fondo.
¿Pesan la cantidad de seguidores y la presión del posteo diario? “Tengo
75.000 y el mes pasado tenía 70.000. Les doy bola a los números, pero no tanto. Me interesa más ver los comentarios de la gente, si les gusta y si comparten.”
¿Cuánto impone la agenda mediática? “Si está Tinelli e Instrusos, siempre va a haber más material, obvio. Pero, si no, me la rebusco y saco cosas de la galera o subo videos viejos. De esa forma se convierten en un tema actual. Lo reno- vás, le das un refresh.”
Cocucci trabaja en finanzas y administra la página solo como un hobby para descansar la cabeza ( hacer un video le puede llevar 40 minutos). Ya organizó una fiesta Ketoda para todos sus seguidores y planea armar otra para fin de año. “Estoy abierto a lo que sea”, arremete. “Siempre se va reinventando esto y estoy detrás de lo nuevo. Hay que irse adaptando a los tiempos y hoy todo sucede online.”
El voyeur urbano. Dagurke (@dagurke) es una palabra que no significa nada, es solo el seudónimo que se inventó Agustín Sargiotto para subir sus fotos a Instagram, donde acumula 60.000 seguidores. “Elegí ese nombre para perderme en el anonimato que te dan