EL GENIO DE TINTORETTO RENACE 500 AÑOS DESPUES
El homenaje de Venecia a uno de sus hijos pródigos. El arte de Tintoretto brilla como emblema de esa ciudad. Luego de los festejos por los 500 años de su nacimiento, su obra está más vigente que nunca.
Fueron necesarios 489 años para descubrir su apellido. Es que el hijo del tintorero se escudó en el oficio de su padreparadarvida al segundo mejor pintor de la historia de Venecia (probablemente detrás de Tiziano), y así fue conocido hasta que el experto en arte italiano y director del Museo del Prado, Miguel Falomir, dio con su apellido en 2007. Jacopo Com in fue el primero de 21 hijos de ese tintorero de Venecia. Nació en 1518 y desde pequeño pintarrajeaba las paredes del negocio de su padre. Con buen ojo, lo llevó al taller de Tiziano. La lucha de egos comenzó temprano.
“Ese hombre lo tenía todo, era el faro del siglo y, sin embargo, no soportaba ni la sombra de una hoja.” Esas son las palabras que la autora Melania Mazzucco pone en boca del joven en su novela La larga espera del ángel, sobre la vida del hijo del tintorero. El karma duró muchos años. Frente a sus obras sistemáticamente escuchaba: “Sí, es bueno, pero no es Tiziano”.
El tiempo hizo de las suyas y, a la muerte de Tiziano, Tintoretto terminó elogiando a su maestro con un cartel que podía leerse en el ingreso a su taller: “El diseño de Miguel Angel y el colorido de Tiziano”.
El artista que más marcó a Venecia con su genio, convocado por millonarios y no tanto para embellecer los palacios e iglesias de la ciudad, fue capaz de sorprender e impresionar a generaciones enteras de amantes del arte. Impresionó a El Greco, Rubens y Velázquez, anticipó de muchas maneras la sensibilidad de los artistas contemporáneos y ahora, 500 años después de su nacimiento, vuelve a fascinar al público con motivo de las loas que toda Venecia le dedica.
La intrincada furia precisa. En las obras iniciáticas de Tintoretto se advierte inspiración de Bonifazio de’ Pitati, Paris Bordone y Andrea Schiavone. Empezó a ejercer como maestro independiente a los 21 años, cultivando temáticas religiosas, mitológicas y retratos. Cumplidos sus 30, inició trabajo por encargo en la Scuola Grande