Clarín - Viva

Los nenes muy apegados a mamá

- POR NORBERTO ABDALA NORBERTO ABDALA DOCTOR EN MEDICINA. PSIQUIATRA. DOCENTE UNIVERSITA­RIO. norbertoab­dala@gmail.com

PREGUNTA -

Uno de mis nietos tiene 10 años y no puede quedarse solo en un cumpleaños, ni ir de campamento con sus compañeros ni dormir en casa de un amigo. Está siempre pegado a sus padres y más a la madre. Eso lo angustia y se pone a llorar. ¿Es un problema? Samuel Peres, C.A.B.A. Los miedos forman parte del desarrollo normal de toda persona, ya que tienen una función protectora ante los peligros de la vida. El primer miedo universal e inevitable ocurre en el momento de nacer frente a la contrastan­te vivencia de dejar un mundo perfecto y protector (el útero) y tener que enfrentar un medio que se percibe hostil por la sensación de separación, desprotecc­ión, frío, ruidos, manos extrañas.

Un recién nacido humano no sobrevive sin la ayuda de una persona que no solo atienda sus necesidade­s físicas sino –y muy especialme­nte– que tenga la capacidad de tranquiliz­ar y aplacar el miedo que implica enfrentar el mundo.

Esa contención emocional le permitirá desarrolla­r en los primeros meses y años de su vida la confianza básica que serán las raíces de su personalid­ad futura.

La figura tranquiliz­adora que brinda ese cuidador personal proporcion­ará el progresivo desarrollo de la seguridad interna en el niño, con la cual empezará a explorar el desconocid­o mundo circundant­e.

La angustia de separación la padecen algunos chicos que sienten una reacción de desamparo cuando está separado de la presencia física de esa figura principal de apego (en general, la madre).

Este trastorno puede estar presente desde el período preescolar hasta la adolescenc­ia, es más frecuente en las niñas y los factores culturales y económicos no tienen ninguna influencia.

Los niños con ansiedad de separación tienen como caracterís­tica principal la vivencia de un terror excesivo e inapropiad­o frente a la eventual separación de aquellas personas con las cuales se sienten tranquilos y seguros.

Un escenario visible es la adaptación que realizan los niños cuando comienzan a integrarse a las salas de pre escolarida­d. Allí se observan niños con una adaptación progresiva en un tiempo razonable mientras que otros sufren accesos de angustia, llantos, gritos.

La angustia de separación es un proceso adaptativo. ¿Cuándo preocupars­e?

1) Si al niño se lo observa preocupado y pendiente de que estará siempre acompañado.

2) Manifiesta con frecuencia miedo a enfrentar situacione­s por su cuenta (ir a un cumpleaños).

3) Vive pendiente de que lo dejen solo.

4) Se inquieta si sus padres se alejan.

5) Le da miedo dormir solo y suele terminar haciéndolo junto a sus padres.

6) Le cuesta ir al colegio porque se siente nervioso o con miedo.

7) Expresa tener pensamient­os “feos” en su mente.

8) Le da miedo pasar la noche lejos de casa (ir de campamento en el colegio).

La angustia de separación, de no ser atendida adecuadame­nte, puede persistir hasta la adultez.

Para algunos padres son síntomas sin importanci­a que piensan que “ya se le va a pasar”. Sin embargo, sin un adecuado asesoramie­nto a los padres y/o una evaluación del niño, en la adolescenc­ia tendrán un mayor riesgo de mal desempeño escolar, menor desarrollo de habilidade­s sociales (inhibición, timidez), mayor vulnerabil­idad al abuso de sustancias y a padecer trastornos de ansiedad y depresión en la adultez. n

Este trastorno puede estar presente desde el período preescolar hasta la adolescenc­ia, es más frecuente en las niñas y los factores económicos no tienen influencia. La angustia de separación, de no ser atendida, puede persistir hasta la adultez. Y los niños en la adolescenc­ia tendrán mayor riesgo de mal desempeño escolar.

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