CAMILA NITZSCHE
3 AÑOS. LINIERS
Como tenía miedo a la noche, para irse a dormir Camila tomó el rosario de su hermana. A la mañana, la cruz apareció desprendida y la dueña se enojó. –Basta, Lucía, no protestes más –dijo Camila. Y mostrándole el rosario roto, argumentó–: Dios no te puede ayudar más, ¿no ves que Dios se murió?