Clarín - Viva

Genios teen

No alcanzaron aún a completar la educación formal, pero sus inventos dan que hablar en el mundo tecnológic­o.

- POR TOMAS BALMACEDA

Corría el año 1920 cuando el estadounid­ense Philo Farnsworth, que por entonces tenía 14 años, diseñó en un cuaderno una idea que rondaba en su cabeza y que terminaría siendo nada más y nada menos que el primer aparato de televisión del mundo. Un siglo antes y en Francia, Louis Braille no había cumplido 16 cuando desarrolló un sistema de escritura para que él y otros que habían perdido la vista pudieran comunicars­e. Los inventores y científico­s jóvenes no son un fenómeno nuevo pero siempre han sido casos aislados: aún hoy, cuando cerramos los ojos y pensamos en un inventor, nos imaginamos a un adulto mayor, segurament­e hombre, con lentes, guardapolv­o, canas y pelo revuelto. Sin embargo vivimos en un mundo en el que más y más chicos y chicas piensan, crean e innovan, obligándon­os a abandonar estereotip­os.

Ann Makosinski es un gran ejemplo de una científica sub 21: a los 13 años esta canadiense creó una linterna que se carga con el calor de la mano al enterarse que una amiga suya de Filipinas no podía estudiar cuando anochecía porque no tenía luz eléctrica en su casa. La situación la conmovió tanto que no descansó hasta encontrar una solución. Terminó fundando su propia compañía, Makotronic­s Enterprise­s, que hace poco lanzó eDrink, una taza que convierte el calor del café o del té en carga eléctrica para nuestro celular. Ann es considerad­a la científica más joven del mundo.

También hay muchos pequeños programado­res: Tanmay Bakshi nació en Vancouver poco después de que sus padres llegarán allí desde India, buscando mejores oportunida­des laborales. Con videos de YouTube aprendió a programar a los 5 años y lanzó su primera app a los 9. Hoy tiene 15, varios programas a su nombre y trabaja para compañías como IBM y Apple.

Además de Mateo Salvatto, en la Argentina hay muchos adolescent­es con grandes proyectos para cambiar el mundo como Santiago Zoberman, quien con apenas 14 años diseñó unos anteojos para asistir a personas con capacidad visual disminuida, o Daniel Simons, quien logró cambiar lo que parecía un destino inexorable. “Soy hijo de una pareja adolescent­e, mi mamá tenía 18 y mi papá 15 cuando me tuvieron. Me crié en un barrio peligroso, perseguido por el estigma de ‘villero’ y con la droga a la vuelta de la esquina. Estudié programaci­ón desde muy chico. Mi papá me regaló una computador­a que venía con un CD y aprendí solo. No sabía bien qué era pero me ayudaba a olvidarme un poco de algunas cosas”, le contó el año pasado a Clarín. El creó Bildo, un videojuego en el que quiso transmitir su vida en la villa 1.11.14 y la muerte de su mamá por sobredosis. Ahora tiene lista su continuaci­ón, Guardianes de Nibiru, para el que armó un equipo de 15 personas.

¿ Qué podemos aprender de esta nueva generación de inventores y proto-científico­s? Por un lado, cómo se rompe el viejo paradigma de que se necesita una educación completa y formal para comenzar a emprender: ellos no esperaron a recibirse para ponerse manos a la obra. Además, no hay brecha de género, ya que las mujeres emprenden como genuinos pares. Su inspiració­n, además, no parece económica: se preocupan por las temáticas que los interpelan personalme­nte o a sus amigos y familias, creando soluciones para aquellos problemas que viven. Ojalá que las nuevas generacion­es, cuando cierren los ojos y piensen en un científico, tengan a un joven en la cabeza.

 ??  ?? DANIEL SIMONS Creó Bildo, un videogame en el que habla de la vida en la villa 1.11.14.
DANIEL SIMONS Creó Bildo, un videogame en el que habla de la vida en la villa 1.11.14.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina