Retórica y erótica “cine noir”
“Y el ventilador desgarrándote.” Esa imagen no podía ser tomada literalmente si no queríamos pensar en una stripper descuartizada. Mejor, veamos un ventilador de techo haciendo sombra sobre un cuerpo femenino que va perdiendo sus ropas. Persiana americana (1986) refleja una estética de época. En el boceto de letra de Daffunchio, se lee que el ventilador “tajea” la cara y que la persiana dibuja rayas horizontales que “quiebran” ese rostro. Es interesante especular sobre cómo esa letra derivó en la canción que Gustavo terminó cantando. Se cita como mediación una película, Doble de cuerpo (1984), de Brian Di Palma. Es decir, la tensión erótica entre hombre voyeur y mujer exhibicionista, la estética “neo-noir” que cita tanto a Hitchcock como al policial negro. En la película, Melanie Griffith es un objeto de deseo tan “inalcanzable” e “irreversible” como canta Gustavo. El éxito se debe a que cada verso es una ropa que cae y el erotismo refleja el de la fan y el ídolo. En los ‘80 prendió el retro “noir” en gran parte del cine: Body Heat, Simplemente sangre, American Gigolo, Blue Velvet. Pero también hay un recorrido “noir” en el cómic nacional: del emblemático Alack Sinner (Muñoz-sampayo) a los programas de Fabián Polosecki en la tele de los ‘90. Pero también este imaginario se encarnó en una publicidad famosa de un perfume, llamado justamente Colbert
Noir, donde se promovía el loft como último fetiche inmobiliario pre-hiperinflación. En 1986, hubo otra canción influida por el imaginario del cine: Ji Ji Ji de los Redonditos. Es decir, la misma retórica cinematográfica marcó dos hitazos de Soda y Redondos.