TODO SOBRE LA QUINOA
La “planta madre”. Se cultiva desde hace 4.000 años. Es una gran aliada para preparar risottos, croquetas, pizzas y hamburguesas. UN BLANCO ELEGANTE Y NOBLE
“SUPERALIMENTOS” odos los años nuevos productos naturales se asoman al panorama gastronómico mundial. Palta, chía, espirulina, kale, cúrcuma, sal de Himalaya, té verde, bayas de goji, leche de soja, arándanos y maca son alabados por sus supuestos grandes poderes organolépticos y nutricionales que aseguran recetarios kilométricos y salud a prueba de bala.
En muchos casos lo único que se destaca realmente es su precio ya que no aportan ninguna mejora sustancial a nuestra alimentación y organismo.
Sin embargo algunos, consumidos correctamente y lejos de ser elixires de vida eterna, pueden aportar beneentre los $700-1000 por kilo en la Argentina y entre los 9 y 13 euros en Europa. Quienes la cultivan aumentaron sus ingresos por la demanda internacional.
Gastronómicamente es una gran aliada de veganos, vegetarianos y omnívoros. Se presta, con éxito, a la elaboración de interpretaciones de risotto y paella, croquetas, albóndigas, hamburguesas, pizzas, ensaladas, rellenos, rebozados, flanes dulces y salados. Un universo alternativo.
Paciente y milenaria, espera la oportunidad que tuvieron sus hermanas americanas: papas, maíces, ajíes y tomates, que con el tiempo conquistaron el paladar del planeta. La quínoa está bastante cerca de lograrlo.
Puede ser intenso, espeso y solar, pero también delicado, fresco y sutil. Así es el chardonnay. Cepa dúctil y muy confiable tanto para el productor como para el consumidor. En la Argentina logró una excelente adaptación a los diversos terruños y se expresa muy bien, regalando momentos de gran placer a quienes lo degustan.
El Killka Salentein Wines Chardonnay 2019, Tunuyán, Valle de Uco, Mendoza, es diáfano. Luz del amanecer de una día radiante de verano. Aromas de frutas blancas del frío. Peras y manzanas recién cortadas que desprenden delicadísimas vetas de dulzura. Suave y elegante. Fresco, informal y equilibrado. Se deja beber con alegría. Precio, $ 345.