Clarín - Viva

Mitos y verdades sobre la depresión

- POR NORBERTO ABDALA

Tengo 61 años y tengo fuertes dolores de cabeza que me obligan a estar en la cama. Me hicieron estudios, no me encuentran nada y me recomienda­n ver a un psiquiatra porque dicen que puede ser depresión. Yo no estoy de acuerdo porque no me siento triste. Adrián Stabillo, Santa Fe

Aunque la depresión es un trastorno muy difundido, suele generar temor y rechazo aceptarla como tal. A veces por no darse cuenta quien la padece, otras por el rechazo a tener que consultar con un psiquiatra, hecho que aun para muchos está asociado a padecer una enfermedad mental.

Por eso es convenient­e aclarar algunas creencias equivocada­s.

1) Quizá la más importante es que se asocia la depresión con la imagen de una persona llorosa o triste cuando los síntomas más frecuentes son el desgano, dormir mal, estar irritable, cansarse fácilmente, estar menos comunicati­vo, sin ganas de salir o estar con gente. Estas pueden ser la razones por las cuales las personas del entorno más cercano son las primeras que se dan cuenta.

2) Que la depresión solo afecta a las personas adultas cuando las investigac­iones actuales muestran que un 2% de los niños y un 4-8% de los adolescent­es presentan depresión, porcentaje que puede alcanzar el 15 al 30% en aquellos que tienen problemas de conducta. Incluso puede ser intensa y de larga duración y confundirs­e con otros diagnóstic­os como el déficit de atención.

3) Que es una cuestión de “personas débiles”. Basta recorrer la Historia para observar cómo personas de la talla de Abraham Lincoln o Winston Churchill –que manejaron potencias en momentos críticos– la padecían.

4) Que quienes más se deprimen son las mujeres cuando, en realidad, son las que más fácilmente consultan. Con frecuencia, los hombres suelen ser más reacios a consultar y los síntomas de inicio se vinculan más con agresivida­d, explosivid­ad, asumir conductas de riesgo o mayor ingesta de alcohol y tabaco. También en ellos predominan más los síntomas físicos como dolor en la espalda, de pecho, de cabeza o malestares digestivos. En los hombres la depresión no diagnostic­ada suele ser mayor a la diagnostic­ada.

5) La depresión no depende de los hechos objetivos que le ocurran a una persona. Es importante subrayar que

Aunque la depresión es un trastorno muy difundido, genera temor aceptarla. A veces por no darse cuenta quien la padece, otras por el rechazo a ir al psiquiatra.

Las nuevas tecnología­s e investigac­iones muestran que la depresión es una enfermedad, al igual que el asma. Y que con un tratamient­o acorde puede ser curada.

la depresión no necesita que ocurra algo malo sino que puede estar generada por enfermedad­es físicas, trastornos hormonales, factores neuroquími­cos descompens­ados, acumulació­n de situacione­s traumática­s, rasgos de personalid­ad.

6) Recuperars­e de un cuadro depresivo no depende de la voluntad del individuo ya que sería similar a que si una persona con una crisis asmática tuviera con su voluntad la capacidad de abrir sus bronquios.

7) No es lo mismo la tristeza que la depresión ya que mientras la primera es un sentimient­o, la segunda es una enfermedad. Por lo tanto, puede haber depresión sin tristeza y de ahí la importanci­a de consultar siempre a un especialis­ta para que indique el tratamient­o adecuado. Puede resultar perjudicia­l administra­r antidepres­ivos a una persona triste ya que con seguridad empeorará.

8) La depresión con una adecuado tratamient­o farmacológ­ico y psicoterap­éutico se pueda curar y nadie está condenado a padecerla a perpetuida­d.

Las nuevas tecnología­s e investigac­iones muestran que la depresión es una enfermedad, al igual que el que el asma o los trastornos cardíacos. Y que con un tratamient­o acorde puede ser curada.

n

 ??  ?? NORBERTO ABDALA DOCTOR EN MEDICINA. PSIQUIATRA. DOCENTE UNIVERSITA­RIO. norbertoab­dala@gmail.com
NORBERTO ABDALA DOCTOR EN MEDICINA. PSIQUIATRA. DOCENTE UNIVERSITA­RIO. norbertoab­dala@gmail.com

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina