Investigan el envío de fondos ilegales a la Argentina
La policía cree que la red clandestina del ex tesorero del PP y un empresario amigo hizo otras gigantescas transferencias que habrían ido a parar a una finca salteña. Indagan en Suiza y New York.
La policía española rastrea otras transferencias de dinero negro, entre ellas a una finca de Salta. Serían parte del escándalo de la financiación ilegal del Partido Popular.
La policía española busca otras gigantescas transferencias de dinero negro hacia la Argentina como parte de las operaciones clandestinas de una organización dirigida por el ex tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, y el empresario español Angel Sanchís.
Los investigadores ya saben que los 22 millones que acumuló Bárcenas en el Dresdern Bank de Zurich, y otros 4,5 millones en cuentas en Nueva York, fueron vaciadas y esas sumas de dinero terminaron en Argentina, concretamente en la finca “La Moraleja” de Salta.
Haciendo un ajuste fino, los guardias han detectado que otros millones fueron a parar a negocios con materias preciosas en Brasil y otros a operaciones que están siendo controladas con sigilo. Es tan grande el flujo de dinero negro que Bárcenas buscaba esconder en paraísos fiscales que la investigación adquiere grandes dimensiones y la intervención de la Policía y la Justicia de varios países.
En el centro del escándalo está Angel Sanchís, un personaje que se desempeñaba como tesorero del PP. Fue procesado por financiación ilegal del partido en el primer gran escándalo de corrupción interna en el Partido Popular, pero el juicio fue anulado y se marchó a la Argentina después de colocar en su puesto a su amigo Bárcenas.
Este dirigente partidario, que también fue senador por Cantabria, habría repartido durante 20 años dinero negro en sobres de entre 5 y 15 mil euros que entregaba a miembros de la cúpula del PP, según reveló el sábado el diario El Mundo. Aparentemente esta plata venía de coimas a empresas y do- naciones anónimas.
Sanchís venía utilizando a Bárcenas para atraer dinero negro conseguido por sobornos y otros que querían dejar los paraísos fiscales y blanquear el dinero en actividades legales.
La Unidad Contra la Delincuencia Económica y Fiscal ( UDEF) opina, por ejemplo, que Bárcenas utilizó los contactos y la estructura de Sanchís para realizar transferencias de dinero negro.
En 2011 la policía ya tenía claro cómo intentaba burlar a la justicia su inmenso patrimonio. El 5 de mayo de 2011, Bárcenas creó en Madrid, con capital de 6.000 euros, la empresa “Cono Sur Land” dedicada a “las explotaciones agrícolas, ganaderas, vitícolas y forestales”.
Los investigadores sospecharon que esa empresa era una tapadera porque su sede estaba en Madrid, en una de las zonas más caras de la capital española. Esta era el domicilio de Bárcenas, que se había convertido en administrador único de una empresa agropecuaria.
“Cono Sur Land” ocultaba grandes transferencias de capital a Argentina. Declaraba un solo em- pleado y sólo movía 80.000 euros en activos pero también decidió extender su objetivo social a la construcción, comercio al por mayor y actividades inmobiliarias.
Mientras tanto, el juez del caso, Pablo Ruz, había emitido 17 comisiones rogatorias a países latinoamericanos y a Suiza. Averiguó que entre abril y junio de 2009 Bárcenas retiró 4,5 millones de euros de sus cuentas suizas y los envió a los bancos UBS y HSBC en EE.UU. “Y no solo ese dinero sino otras cantidades que el ex tesorero pudo ocultar en otras cuentas en Suiza y paraísos fiscales desde 1988”, señalaron los investigadores.
Bárcenas otorgó amplios poderos a Sanchís ante su banco suizo “para que realizara inversiones para diversificar patrimonios en Argentina y Brasil”. En una conversación registrada por la policía en la estación de Chamonix en los Alpes suizos, Bárcenas dice que quiere liquidar su sociedad panameña que oculta sus operaciones en las cuentas suizas “para invertir en Argentina y Brasil”.
Según la documentación remitida por Suiza a la justicia española, Bárcenas “admitió ante los bancos helvéticos ser uno de los propietarios o accionistas de La Moraleja”.
Añade que “justificó la retirada