Una puja de ingresos con protagonistas equivocados

La política de ingresos del Gobierno está logrando resultados sorprendentes. Quienes se desempeñan o se desempeñaron en la formalidad ( asalariados y jubilados, básicamente) están cada vez más enojados por el rumbo que tomó la promocionada redistribución de la riqueza. Aquellos que deberían sentirse favorecidos por esas políticas se consideran, por diferentes razones, perjudicados. Y crece entre ellos la convicción de que están inmersos en una puja de ingresos entre protagonistas equivocados. Sobre todo porque sienten que están financiando parte de las políticas de asistencia social con porciones crecientes de sus ingresos. La “socialización” del haber mínimo al 75% de los jubilados y pensionados, es un elemento que contribuye a la percepción de que el criterio oficial es nivelar hacia abajo. Mientras la ANSeS tiene fuerte superávit, los

Extender el haber mínimo al 75% de los jubilados contribuye a generar esa sensación

jubilados cobran haberes inferiores a los que les corresponden. Esto dejó de ser una mera percepción desde que lo confirmó la Corte Suprema de Justicia. Por otro lado, los trabajadores en relación de dependencia sufren una reducción progresiva del salario familiar, o directamente dejan de cobrarlo. O soportan años y años con prestaciones de la seguridad social congeladas en valores irrisorios. De la misma forma, el Fisco pasa la aspiradora sobre los salarios con descuentos de Ganancias que son desproporcionados porque no toman en cuenta el deterioro del poder adquisitivo que provoca la inflación. Todo esto sugiere que quizás sea cierto que -como dijo Guillermo Moreno- ya llegamos al “fifty- fifty” del general Perón. Y entonces habría que preguntarse si, tras este logro, a los trabajadores y desocupados no les quedará más opción que pujar con sus propios pares por la mitad de una torta que ya no encuentra cómo agrandarse.