“La violencia de género es aún mayor”

Hoy se puede escuchar un grito en cualquier tribunal de justicia que defienda los derechos de las mujeres y es: “¿ Qué, acaso aquí no hay justicia?”. Frase que deja a los tribunales en una posición muy comprometida con su principal función, la de velar por la seguridad ciudadana.

En Argentina, sin datos oficiales, las víctimas de la violencia de género son más de las que los medios pueden informar, un problema, que como en otros países, aumenta de cifras de manera inimaginable.

Con el aumento de campañas y publicidades se intenta combatir este flagelo y hay estudios que aseguran que mediante un test de sangre, se puede medir las hormonas como la oxitocina, prolactina o el cortisol, que se ven alterados ante una situación de estrés prolongado como la que causa el maltrato o violencia. ¿Pero de qué sirve tanta innovación si las leyes no amparan y protegen a las víctimas?

Quienes han vivido violencia de género saben lo difícil que es obtener la atención necesaria o hacer la denuncia que permita salvaguardar sus vidas. Saben de la larga espera en las comisarías, la dificultad de la obtención de una boleta de auxilio o la ineficiencia de la misma frente a una situación de socorro.

Lo difícil para las víctimas es hablar del problema, pero la mayor dificultad se presenta cuando tienen que probar que son víctimas de maltrato, que sin testigo, ni golpes notorios las autoridades no pueden hacer nada. Según cifras oficiales muchas mujeres morirán antes de poder recibir una boleta de auxilio.

El éxito de las campañas depende de concientizar para detectar la violencia, pero de qué sirve si la Justicia no actúa. Se dice que cada tres días una mujer muere en situación de violencia, por eso se debe revisar el Código Penal para que en ningún tribunal se vuelva a escuchar la pregunta: “¿ Qué acaso aquí no hay justicia?”

Diana Ramos

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