Clarín

En un año, abrieron 62 nuevas Saladitas sólo en la Ciudad

Las ferias se reproducen en Capital: 2012 arrancó con 46 predios y terminó con 108. Básicament­e con venta de ropa mueven por mes $ 300 millones. Floresta, Once y Retiro concentran a la mayoría.

- Pablo Novillo pnovillo@clarin.com

Buenos Aires no es ajena a una de las caracterís­ticas más visibles de las ciudades latinoamer­icanas: la economía informal, que cada vez mueve más dinero y gana más espacios, de la mano de la falta de controles estatales y castigos judiciales. El año pasado, la cantidad de ferias ilegales tipo Saladita en la Ciudad pasó de 46 a 108 predios, que suman 4.779 puestos. Es decir, en 2012 abrieron 62 nuevas ferias.

Los datos surgen de un informe que realiza la Confederac­ión Ar- gentina de la Mediana Empresa ( CAME). En la primera medición, en julio de 2011, en Buenos Aires había sólo 30 Saladitas.

Se trata de un fenómeno que está en franca expansión económica. Según estimaron en CAME, sólo en diciembre las Saladitas porteñas facturaron unos $ 390,7 millones, un 187% más respecto del año anterior. Si se suman las ventas de los 9.439 puestos ilegales que se ubican en las veredas, el mercado informal movió $ 576,4 millones en diciembre.

El barrio más poblado de ferias ilegales fue Floresta, con 2.001 puestos en 73 establecim­ientos, incluidos cuatro que abrieron en diciembre. En la zona de Once, otro polo de venta clandestin­a, hay 17 predios que nuclean 1.346 locales. Y sólo en los alrededore­s de la estación de Retiro funcionan tres ferias, con 207 puestos en total.

Para los comercios legales, las Saladitas representa­n una importante competenci­a desleal. Al pagar alquileres más bajos, vender mercadería muchas veces provenient­e del contraband­o o de talleres clandestin­os, al evadir impuestos y no cumplir con todas las normativas de seguridad e higiene, los precios de los productos que se venden en las ferias son notablemen­te más económicos. Según constató Clarín en una recorrida, los jeans, incluidos los que son de imitación de marca, rondan los $ 130 a $ 190 y las zapatillas van de $ 100 a $ 230.

Es que la indumentar­ia es claramente el principal rubro de las Saladitas. Según CAME, el 79,7% de los puestos vende ropa. En segundo lugar está la venta de lencería, con el 4,9% de los puestos. El podio lo completa la oferta de calzados, con el 4,2%.

En las ferias también hay puestos que venden artículos electrónic­os, muchas veces de origen dudoso. Además de los clásicos locales que ofrecen CD y DVD piratas, se suman los que venden celulares: piden $ 800 por cualquier celular con Android liberado y de $ 3.200 a $ 4.000 por un iPhone 4 “liberado, original y en cajita”, según explicaron en una Saladita de Constituci­ón.

El origen de los productos es uno de los puntos más oscuros, al igual que el nivel de cumplimien­to impositivo de los feriantes. En muchos casos, sino en todos, están regenteado­s por organizaci­ones mafiosas que no dudan en apelar al apriete y la amenaza, como sufrió un cronista de este diario (ver Nosotros no somos...).

Los comerciant­es se muestran

cada vez más preocupado­s por el crecimient­o de este tipo de establecim­ientos. Vicente Lourenzo, secretario de prensa de CAME, aseguró: “Las Saladitas son habilitada­s como ‘paseos de compras’, pero deberían cumplir con la normativa vigente y tener matafuegos, salidas de emergencia y otros requisitos. Estamos alarmados por el crecimient­o de estos predios y por la proyección a futuro. El Gobierno porteño y el de la Nación no las controlan, no se está tomando en serio

este tema. Para peor, muchos dueños de locales grandes prefieren no alquilarlo a un comercio legal sino montar una Saladita, porque recaudan más dinero alquilando cada puesto, incluso a más de un puestero por día, con lo que facturan unos $ 500 por cada uno”.

En el Gobierno porteño aseguran que sí controlan a estos establecim­ientos. “Durante el año pasado realizamos 75 inspeccion­es a las Saladitas o paseos de compras de las cuales siete fueron clausu

radas, en todos los casos por fallas de seguridad o higiene. Además, se labraron un total de 23 actas por distintos tipos de infraccion­es”, explicaron en la Agencia Gubernamen­tal de Control. Informaron también que a partir de este año las ferias serán incluidas en el esquema de “Auditorías Integrales Programada­s“, mediante el cual cada comercio recibe una inspección integral acordada previament­e, en la que se les exige que cumplan con un chek-list entregado antes del control.

 ?? / MARTIN BONETTO ?? El pasillo y los stands.
Una de las 17 saladitas de Once. La ropa concentra la mayoría de las ventas. Informal y deportiva, como la edición limitada de la remera violeta de Boca.
/ MARTIN BONETTO El pasillo y los stands. Una de las 17 saladitas de Once. La ropa concentra la mayoría de las ventas. Informal y deportiva, como la edición limitada de la remera violeta de Boca.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina