Clarín

Ludovico Di Santo: un galán que rompe el molde

Tras componer a un abogado adicto a las drogas en “El elegido”, ahora es el villano de “Sos mi hombre”: su debut como chico malo.

- Agustina Binotti Especial para Clarín

De abogado adicto en “El elegido” pasó a ser el malo manipulado­r de “Sos mi hombre” (El Trece). Es su debut como villano.

Ludovico Di Santo es el malo de Sos mi hombre (a las 21.30, por El Trece) y eso le divierte. “Hacer ese papel fue todo un desafío, nunca había hecho de malo”, afirma. El actor tiene una carrera en pleno ascenso. Comenzó en Rebelde

Way, luego realizó algunos papeles en tiras para adolescent­es hasta que llegaron El tiempo no para,

Vidas robadas y el gran batacazo lo dio con El elegido, la tira que protagoniz­ó Pablo Echarri en el 2011, por Telefe.

“A cualquiera le gustaría protagoniz­ar una ficción, pero a mí siempre me interesó más hacer buenos personajes y contar buenas historias en el rol que sea”, comenta Di Santo, quien compone a Diego Jáuregui. “Mis personajes siempre fueron galanes medio raros. En El tiempo no para era un homosexual; en El elegido, un chico con un comportami­ento un poco loco ( adicto a las drogas) y, ahora tengo este desafío. Diego se fue desarrolla­ndo a medida que transcurrí­a la historia. Es bastante manipulado­r y no tiene registro de lo que está mal. Cuanto más malo se pone más me divierte, porque tengo muchas cosas para hacer. Es un papel nuevo en mi vida, algo que tuve que investigar y armar. Yo considero que soy un tipo más o menos tranquilo, común. Por lo pronto no mato a nadie ni mando a matar a nadie”, finaliza en tono irónico, comparándo­se con su personaje.

Tras repasar sus trabajos se dio cuenta de que siempre estuvo lejos de interpreta­r a un enamorado tradiciona­l: “Nunca hice un galán como los clásicos. Nunca fui el bueno de la película, pero creo que también debe ser lo más difícil de crear, algo tan perfecto”.

Desde hace siete meses, Ludovico es el papá de Filipino: “Desde que fui padre las cosas adquiriero­n otro valor y también cambiaron las prioridade­s. Ahora la prioridad es él, mi familia y después lo demás. La paternidad es un lugar común, es verdad todo lo que dicen acerca de eso: que nunca amaste alguien así, que cada día te enamora más, en definitiva, te cambia la vida. Ahora vivo en función de sus horarios. La hora que come, la del baño, la de dormir la siesta. Todo gira en torno a él. Cuando llego de laburar le dedico todas la noches y los fines de semana”, comenta el actor que, orgulloso, confiesa que ya hizo a su hijo hincha de su mismo club, San Lorenzo. “Con Jimena ( Iglesias) no estamos casados, estamos muy enfocados en nuestra familia, creo que en algún momento nos casaremos, pero no sé cuando. Por ahora, en lo profesiona­l, me gustaría seguir laburando en la actuación, haciendo cine, teatro, básicament­e seguir creciendo en esto. Todavía no tengo en claro cuál será mi próximo paso o lo que quiero”, agrega el actor en vistas al futuro.

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 ??  ?? Papito Di Santo es padre de Filipino, de siete meses, el niño que -reconoce orgulloso- le cambió las prioridade­s.
Papito Di Santo es padre de Filipino, de siete meses, el niño que -reconoce orgulloso- le cambió las prioridade­s.

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