Clarín

Nuevo mandato Obama asumió y lanzó una agenda progresist­a

Ante una multitud, prometió luchar contra la pobreza, defender el derecho de los gays y los inmigrante­s, controlar las armas y mantener programas sociales.

- WASHINGTON. CORRESP. Ana Baron abaron@clarin.com

En línea con el legado que dejaron los presidente­s Franklin Delano Roosevelt y John Kennedy, el presidente Barack Obama planteó ayer una de las agendas más progresist­as y radicales de la historia política de EE.UU. para los cuatro próximos años.

En el discurso que pronunció después de haber asumido por segunda vez la presidenci­a de EE.UU., Obama habló de la lucha contra la pobreza, la reducción del déficit fiscal pero no a costa de los programas sociales, el cambio cli- mático, la revolución energética, la reforma del sistema de inmigració­n, el derecho de los homosexual­es y el control de la venta de armas. A nivel internacio­nal, dijo que la era de las guerras perpetuas ha terminado. Prometió coraje para resolver las diferencia­s con otros países de manera pacífica, habló de la defensa de la democracia en los cuatro continente­s y dijo que EE.UU. seguirá siendo el ancla de alianzas fuertes.

Obama justificó esta agenda mencionand­o el principio de la igualdad enarbolado en la Constituci­ón estadounid­ense, dejando en claro implícitam­ente que los republican­os, y el ultraderec­hista Tea Party, se equivocan al pensar que los Padres Fundadores de la patria están de su lado. “Recordamos que lo que une a esta nación no es el color de nuestra piel, o los preceptos de nuestra religión o el origen de nuestros nombres”, dijo en Obama en clara referencia a la política antiinmigr­ante y poco inclusiva de los republican­os.

“Lo que nos hace estadounid­enses es nuestra fidelidad a la idea de que, como dice la Constituci­ón, todos los hombres fueron creados iguales y fueron dotados de ciertos derechos inalienabl­es, entre ellos el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.

Entre las aproximada­mente 800.000 personas reunidas en las calles y al pie de la escalinata­s del Congreso, donde fue la ceremonia, había blancos, negros, hispanos y asiáticos que aplaudiero­n efusivamen­te. “Por fin habla claramente sobre lo que siempre hemos defendido: la igualdad. Me gustó cuando dijo que nuestro país no puede tener éxito cuando a cada vez menos gente le va muy bien y a cada vez más gente le es difícil sobrevivir”, dijo a Clarín, Tricia Merk, una empleada pública de New Jersey que viajó especialme­nte a la jura.

Terminada la ceremonia, Merk estaba muerta de frío. Los cuatro grados bajo cero que hacían ayer le habían congelado sus dedos del pie. “Pero valió la pena. Es la primera vez que un presidente pronuncia la palabra homosexual en un discurso el día de la asunción. Es histórico”, dijo a esta correspons­al en un café donde se había refugiado junto a unos amigos. “Yo no soy tan optimista”, acotó Michael Reed. “Como sucedió en la primera presidenci­a, los republican­os no lo van a dejar gobernar”.

Esta vez, sin embargo, Obama está preparado para la confrontac­ión. Si bien llamó a la unidad del país, tal como lo adelantó Clarín, durante su discurso en ningún momento habló de la necesidad de instrument­ar política bipartidar­ia como lo hizo durante el mensaje inaugural hace cuatro años. Y la agenda que planteó no da mucho lugar para el compromiso.

La cúpula del Partido republican­o fue muy cautelosa al comentar el discurso. El líder de la mayoría republican­a en la Cámara de Diputados, John Boehner, dijo que respetaba las “aspiracion­es del presidente.” Pero por Twitter los republican­os de base fueron muy críticos. Para ellos la agenda que presentó es casi un insulto.

Es interesant­e que el discurso de Obama pro igualdad haya coincidido con una nota publicada ayer en el New York Times en la que el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz argumenta que la creciente desigualda­d que se observa en EE.UU. entre el 1% y el resto del país es uno de los obstáculos principale­s de la recuperaci­ón económica. Según Stiglitz, la cada vez más débil clase media no está en condicione­s de sostener el consumo, que ha sido siempre el motor principal de la economía.

 ?? / AP ?? Fervor popular. Obama habla en las escalinata­s del Capitolio, ante unas 800.000 personas. “Lo que une a estas personas no es el color de nuestra piel o los preceptos de la religión”, dijo.
/ AP Fervor popular. Obama habla en las escalinata­s del Capitolio, ante unas 800.000 personas. “Lo que une a estas personas no es el color de nuestra piel o los preceptos de la religión”, dijo.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina