El príncipe Harry admitió que mató talibanes en Afganistán
El príncipe Harry, nieto menor de la reina Isabel de Inglaterra, concluyó su entrenamiento militar en Afganistán y admitió que mató a algunos talibanes durante los cinco meses que pasó en el país asiático como piloto artillero de helicópteros Apache, según declaraciones difundidas ayer.
El Ministerio de Defensa británico anunció ayer que el tercero en la línea de sucesión al trono de Inglaterra partió de Afganistán, tras terminar la misión que comenzó el 7 de septiembre en la sureña provincia de Helmand.
Interrogado por periodistas durante su estancia en Camp Bastion, la mayor base británica en Afganistán, sobre si había matado insurgentes desde su helicóptero de combate, el príncipe, de 28 años, contestó: “Sí, como ha hecho mucha gente”.
“Cobrarse una vida para salvar una vida, es en lo que consiste, supongo”, agregó Harry a la agencia Press Association, que lo entrevistó en tres ocasiones en el terreno con la condición de no divulgar nada hasta el final de la misión.
“Si hay gente tratando de hacer algo malo contra los nuestros, entonces los ponemos fuera de jue- go”, precisó el joven, que integraba un escuadrón de 130 personas.
Su misión como copiloto consistió en vigilar, apoyar a las tropas de la coalición que luchaban contra los talibanes, escoltar a otros aparatos en misiones de rescate y, en caso de necesidad, entrar en combate. “Disparamos cuando tenemos que disparar, pero esencialmente somos más una fuerza disuasiva que cualquier otra cosa”, precisó Harry. El príncipe no recibió ningún trato especial durante su estancia, y trabajaba, comía, se divertía y dormía en las mismas condiciones que sus compañeros de escuadrón, se informó.