Una mejora en la toda la región
Desde larga data, y con una economía pequeña, Uruguay ha sido uno de los países menos desiguales de América Latina. Y continua manteniendo esa ventaja, aunque en los últimos años hubo una mejora en la distribución del ingreso en la mayoría de los países de la región, incluida la Argentina, donde los organismos internacionales toman las estadísticas del INDEC. Las cifras oficiales dicen que ahora en Argentina el 20% más rico se queda con el 47,5% y el 20% más pobre solo con el 4,3%. Como dice la CEPAL, “América Latina sigue siendo la región más desigual del mundo, si bien la mayoría de los países clasifican como economías de ingreso medio y continúan experimentando un crecimiento relativamente sostenido”. Tanto en los años 80 como en los 90 hubo un retroceso en los índices de desigualdad. Y con la mejora de los últimos años, se volvió a los valores de los 70 quedando una amplia asignatura pendiente. Si bien sin crecimiento económico no se puede avanzar en la equidad distributiva, no existe una relación lineal entre ambas variables. Y las políticas especificas han sido hasta ahora limitadas, y muchas veces revertidas o neutralizadas por la inflación y los desequilibrios fiscales.