Una agenda para encauzar la economía y reducir desajustes
En los últimos 10 años, a pesar de crecer a tasas chinas y de un ajustazo en el 2002, las políticas económicas comenzaron, sin prisa pero sin pausa, a producir importantes desajustes en las variables económicas.
Seguramente algunos ajustes fueron involuntarios, o efectos no deseados, pero como parecería que nos encontramos otra vez, como en 1944, 1956 o 1992, en medio de un cambio de régimen, pasando esta vez de una economía semicapitalista a una economía centralmente planificada, los efectos sobre las variables económicas son tan complicados como en las oportunidades mencionadas anteriormente.
Sería muy difícil hacer una lista exhaustiva sobre qué cosas habría que mejorar o cambiar, pero me he tomado el atrevimiento de hacer mi propia lista, no por orden de importancia sino por azar, para que nadie piense en intencionalidad alguna. Seguramente mucha gente tendrá otros temas que no están incluidos y muchos sacarían algunos de los que yo menciono. De todos modos, creo que el ejercicio de empezar a pensar puede ayudar a otros a hacer lo mismo, aunque sean de diferentes extracciones políticas.
Simplemente pensemos que, sea quien sea el próximo presidente, no sólo va a tener un trabajo monumental sino que va a necesitar del apoyo de mucha gente, del Congreso y quizás de algunos médicos para prevenir cualquier contratiempo físico.
Veamos algunas de las tareas a realizar para encauzar la economía y reducir los desajustes:
Reducir la inf lación de 25% a un dígito, regularizar el INDEC, regularizar el mercado cambiario terminando con el cepo, pagar el costo de la expropiación de YPF, revalorizar YPF a los valores anteriores a la expropiación, hacer que Aerolíneas Argentina tenga resultados positivos, reactivar la construcción, lograr balance energético positivo y autoabastecimiento, recuperar el stock ganadero, terminar con los $ 80.000.000.000 de subsidios, reparar (reconstruir) la infraestructura de transporte, manejar razonablemente las tarifas públicas sin afectar demasiado a los consumidores.
Además, arreglar con el Club de París, financiar genuinamente el crecimiento de la economía, devolverle al BCRA los u$ s 40.000 millones de anticipos y otras yerbas, reducir la carga impositiva de los ciudadanos y empresas, atraer inversiones externas y financiamiento internacional adecuado, independizar la Justicia, devolverle autonomía a las provincias, desarrollar el mercado de capitales, eliminar el déficit de Fútbol para Todos, reemplazar a los funcionarios y gerentes que no estén capacitados, subir el mínimo no imponible, acordar con la Obras Sociales, pagar las deudas con el CIADI, arreglar con los bonistas, solucionar el tema lechero, mejorar la balanza comercial no limitando la importaciones sino aumentando las exportaciones de bienes no agropecuarios. Son muchas cosas y seguramente cada uno tiene su lista. Como sea, el esfuerzo será enorme.