Yélty él tuvo que esperar...

A pesar de su juventud, Bruno Mars es reconocido en la industria musical por su carácter libertario: se ganó la fama de no ser un artista fácilmente manipulable. Va a comportarse muy amablemente, ojo, pero no va a dejar que ningún ejecutivo le imponga qué tipo de carrera artística va a tener que desarrollar. “La industria musical es algo rara. Aprendí que tenés que grabar un disco y mostrarlo y decirles ‘Esta es mi música , tómenla o déjenla’. Nadie puede crear un Michael Jackson, nadie puede crear a Led Zeppelin o a los Beatles”, asegura. A pesar de que llegó a Los Angeles a los 17 años, las puertas que empezó a golpear recién se le abrieron en 2010, cuando logró convencer a los ejecutivos de que podía dejar atrás su carrera de compositor de otros para lanzarse como cantante y músico con su primer disco, Doo Wops & Hooligans, con dos singles que fueron número uno ( Grenade y Just the Way You Are), que le hicieron ganar 8 nominaciones al Grammy. La demora, dice él, fue simplemente porque “me negaba a venderme como la última Coca Cola del desierto.” “Iba a las reuniones y les mostraba lo mío, pero no les decía que iba a ser el número uno… Y ellos quieren eso. Yo siento, en cambio, que la música debe hablar por sí misma. Ellos querían que me vendiera mejor, pero no es mi estilo... Por eso tuve que esperar y lo logré”, lanza con seguridad.