Vuelven las quejas de los empresarios brasileños
Se ha hecho una costumbre en Brasil, que en las vísperas de encuentros, los empresarios de ese país salgan a vociferar su rechazo a las licencias a las importaciones que aplica la Argentina, y que junto a las del país vecino han vuelto al Mercosur una unión aduanera cada vez más proteccionista.
El ex embajador Rubens Barbosa, uno de los brasileños que más critica al bloque, y hoy presidente del Consejo de Comercio Exterior de la Federación de Industrias de Sao Paulo (FIESP) publicó ayer un artículo en Brasil en el que tilda de “barreras ilegales” las que aplica Argentina. Barbosa se despachó también contra la presidente Dilma Rousseff, a la que ubica en una “actitud” permisiva ante el gobierno de Cristina Kirchner, a la que llama “paciencia estratégica” para evitar tensiones diplomáticas.
Efectivamente, como lo hizo anteriormente Ignacio Lula da Silva, Dilma ha priorizado la buena relación política con los Kirchner, a las permanentes protestas de sus empresarios por el comercio con la Argentina en pos de su propia estrategia internacional en política exterior. De hecho, pese a defender a través de subsidios y otras trabas sus productos y bienes, los brasileños no han escalado ni con la Unión Europea ni los Estados Unidos lo que sí la Argentina, con numerosos frentes conflictivos en materia comercial.
Brasil firmó en 2007 un acuerdo de “asociación estratégica” con la UE, que Argentina no tiene. Pero son las tensiones con la UE –de hecho hay una denuncia de la Unión contra el país y de Argentina contra ella en la Organización Mundial de Comercio– las que encuentran este fin de semana a los más altos funcionarios europeos de visita por Brasil. Van camino a la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe y la Unión Europea ( CELAC-UE), en Santiago de Chile a la que viajará Cristina este sábado y domingo. Ni el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ni Herman Van Rompuy, del Consejo Europeo sumarán a Buenos Aires a su escala en Brasilia y Santiago. Tampoco la canciller, la británica Catherine Ashton. Ayer, a través del inf luyente diario Valor, los empresarios brasileños también manifestaron su preocupación por la postura Argentina ante las negociaciones Mercosur y UE. Temen perder peso en el mercado global si no se firman dichos acuerdos.