Procesan a dos policías por robo de vehículos
Veinte acusados por el robo y la adulteración de vehículos en la provincia de Buenos Aires, entre ellos un subcomisario de la Policía Bonaerense, fueron procesados por el delito de “asociación ilícita” y se les dictó prisión preventiva.
La organización estaba liderada por un comerciante identificado como Horacio Alejandro Cowes ( 37), e integrada, entre otros, por el subcomisario Héctor Alberto Villalba, y Guillermo Detulio, “de ocupación policía y mecánico”.
Así lo dispuso el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, quien había ordenado a principios de enero sus detenciones y las de un grupo de comerciantes, mecánicos, chapistas y changarines, a quienes les imputó “la sustracción –mediante el robo o hurto– de vehículos; la adulteración de las partes registrales de vehículos que tenían impedimentos legales, sustituyendo o intercambiando el motor, el chasis, las chapas patentes y los vidrios” en los que se encuentra grabada la numeración que identifica a cada uno.
Según la resolución la banda operaba con “la regrabación de las numeraciones originales de los vehículos que tenían impedimentos legales, mediante la supresión o
La banda era liderada por un comerciante y entre sus integrantes había un subcomisario
alteración total o parcial de la numeración original que tenía pedido de secuestro activo; la falsificación, adulteración y uso de documentación relativa al automotor para dar apariencia de legalidad a la propiedad y/o posesión de los vehículos y/o autopartes, tales como título de propiedad del automotor, cédula verde, obleas de VTV, de GNC y formularios de la DNRPA”.
La acusación también se hizo por la comercialización de esos vehículos y de las autopartes de procedencia ilegal. El fallo apunta que en muchos de estos casos la venta se lograba gracias a la comisión de los delitos previos: la falsificación de los papeles con los que se engañaba a los compradores “acerca de la situación dominial de los vehículos y/o autopartes”. Otra fuente de ingresos de la banda era por la estafa a compañías de seguros: con la falsificación de los papeles se hacían del cobro de pólizas ilegalmente.
La maniobra se completaba con “la utilización de claves de usuario y contraseñas de exclusivo uso policial, a fin de ingresar a la base de datos que posee la DNRPA y Créditos Prendarios”. En este punto era clave la participación de los policías en la banda.