El martes, con 1.500 policías

El Superclásico en Mendoza comenzó a jugarse en los escritorios. Preocupados por la interna de la barrabrava de Boca y por hechos de violencia que se repitieron en los últimos días en los estadios mendocinos, los más altos funcionarios del gobierno provincial comenzaron a diagramar un fuerte operativo de seguridad que contará con unos 1.500 efectivos.

Los incidentes en el partido entre Argentina y Chile por el Sudamericano Sub 20 y en el clásico mendocino que no pudo disputarse el martes a la noche por peleas entre hinchas y la Policía pusieron a las autoridades en alerta.

Desde la empresa organizadora del Superclásico aseguraron que solicitarán el derecho de admisión para el River-Boca del próximo martes. “Si lo piden, lo vamos a aplicar”, aseguró el ministro de Seguridad, Carlos Aranda.

“Estamos en contacto con la policía de Buenos Aires y con los jefes de seguridad de los clubes, que son los que nos dan mayor información”, indicó el ministro, quien hace un año quedó en el centro de la polémica por una reunión que mantuvo en un minimarket del centro mendocino con Rafael Di Zeo, líder de una de las facciones de la barra de Boca.

Además se pondrá especial atención en evitar que se repitan los inconvenientes que sucedieron en la caótica venta de entradas para el Superclásico del año pasado. “Si la gente va con intenciones de provocar desmanes serán tratados como delincuentes por la policía para garantizar seguridad a los vecinos y las familias que pacíficamente van a buscar sus entradas”, comentó Aranda. Hoy se pondrán en venta unas 33 mil localidades, pese a que el estadio Malvinas Argentinas tiene capacidad para 40 mil personas aproximadamente.