Una auténtica cuestión de Estado
El Superclásico entre Boca y River es una cuestión de Estado para Córdoba. Es que según las averiguaciones que hizo Clarín, el propio ministro de Seguridad de la provincia, Alejo Paredes, se encuentra al frente del megaoperativo que se llevará a cabo el próximo 2 de febrero en el estadio Mario Alberto Kempes. “Vamos a aplicar el derecho de admisión para los barras y todo el mundo deberá llevar DNI para poder ingresar a la cancha”, le adelantó a este diario Emeterio Farías, titular de la agencia Córdoba Deportes.
Por estas horas, una de las preocupaciones que embarga a los organizadores, es la de que se produzca algún tipo de encontronazo en las rutas de acceso a esta provincia, tanto entre la propia facción de Boca; como así también, entre ambas parcialidad.
Sin embargo, desde el Comité de Seguridad Deportiva ( COSEDEPRO), están confiados ya que “desde la primera localidad cordobesa que toquen los colectivos con hinchas habrá cacheos y controles; además de cápsulas con patrulleros que los van a escoltar”, aseveraron desde el organismo.
La primera localidad -viniendo desde Buenos Aires hacia Córdoba, luego de cruzar Santa Fe-, es General Roca. Desde allí, 270 kilómetros al sudeste provincial, la policía Caminera requisará “auto por auto y micro por micro”, detallaron.
Si bien los números aún no están definidos, la policía utilizaría alrededor de 1.000 efectivos para custodiar el Kempes y sus adyacencias el día del partido. Además, se instalará un fiscalía móvil en el mismo estadio para que “el que se porte mal vaya a parar directo a la cárcel”, sentenció sin rodeos Farías, quien además es el titular de la Liga Cordobesa de Fútbol.