Detienen a ecologistas argentinos en alta mar
Son miembros de Greenpeace que protestaban contra la explotación petrolera. Los familiares, “angustiados”.
Son una mujer y un hombre de Greenpeace. Los capturó una guardia costera rusa. Fue por una protesta en una plataforma petrolera. Están presos e incomunicados.
Dos argentinos, activistas de la ONG Greenpeace, fueron detenidos ayer mientras realizaban una expedición de protesta en el mar de Kara, en Rusia. Según informó la organización ambiental, efectivos de la guardia de frontera de ese país ingresaron a la embarcación armados con fusiles automáticos y redujeron a la tripulación, integradas por doce personas, entre ellas Camila Speziale y Miguel Hernán Pérez Orsi. Anoche, el buque era trasladado a la ciudad portuaria de Múrmansk. Aún no saben cuándo serán liberados, y por eso hubo ayer a la tarde una marcha a la Embajada de Rusia en Argentina para pedir que aceleren los trámites.
El Arctic Sunrise, uno de los cuatro rompehielos de Greenpeace, partió desde un puerto de Noruega el 11 de septiembre y ayer llegó al mar de Kara. El viaje era parte de la campaña internacional “Salvá al Artico”, que tiene como objetivo protestar contra la posible extracción de gas y petróleo en el océano de parte de las petroleras Rosneft y ExxonMobil, que ya están listas para realizar exploraciones en busca de recursos naturales cerca del Parque Nacional Artico.
La tripulación advirtió el martes que estaban siendo vigilados por personal de las empresas que ya trabajan en la zona, pero no se detuvieron. Al día siguiente parte de los voluntarios salieron del buque con la idea de llegar a la plataforma de petrolera de la compañía estatal rusa Gazprom –socia de Shell– en botes inf lables. Según contaron desde la organización, dos de los activistas (una finlandesa y un suizo) fueron detenidos tras escalar la plataforma e intentar detener la primera exploración petrolera del mundo en el mar Artico. Antes, fueron agredidos con armas de fuego y amenazados con cuchillos. Uno de ellos resultó herido.
El resto de los voluntarios logró regresar al buque, pero ayer el Servicio de Guardacostas ruso tomó el Arctic Sunrise. “Los 25 miembros de Greenpeace permanecen maniatados y arrodillados en la cubierta del barco, amenazados a punta de pistola”, informaron en Greenpeace, que denunció que se trata de una “detención ilegal”.
“Estamos angustiados porque no podemos comunicarnos con Camila. Ella no estaba tan entusiasmada con el viaje en sí, sino con los principios que la movilizan, que son la protección y defensa del planeta que habitamos. No sabíamos de qué se trataba la expedición, pero siempre la apoyamos”, dijo a Clarín Néstor Speziale, el papá de la ambientalista argentina detenida. Camila tiene 21 años, vive en Caballito, es fotógrafa y llevó su cámara para registrar la protesta de la que iba a participar. Desde hace cuatro años es voluntaria de Greenpeace Argentina y fue elegida para participar en esta campaña por su experiencia en actividades anteriores. Miguel Hernán Pérez Orsi, en tanto, forma parte de Greenpeace Internacional y, según la sede argentina, no reside en el país.
“Los abogados de la ONG con sede el Rusia y Holanda están trabajando para liberarlos. Nosotros ya le pedimos a la cancillería argentina que intervenga. No hay tiempos definidos pero estamos haciendo lo posible para que sean liberados”, aclararon desde Greenpeace Argentina. Hasta anoche las autoridades rusas no se habían manifestado públicamente sobre el incidente.