Buscan en México a decenas de desaparecidos por las tormentas
Los muertos ya suman 97 y hay más de un millón de personas afectadas por el huracán.
A medida que baja el agua y aparecen los primeros rayos de sol, México cuenta sus muertos con la mirada puesta en el cielo y en el suelo. En el cielo, para seguir la evolución de Manuel, una tormenta tropical que a veces se convierte en huracán y que después de destrozar Acapulco se ubicó ayer sobre las costas de Jalisco y Sinaloa, en el Pacífico. Pero México mira también al suelo, para buscar entre el barro a las decenas de desaparecidos que quedaron sepultados bajo el lodo en las montañas de Veracruz o Guerrero.
Al balance de 97 muertos y más de un millón de afectados se suman ahora los 100.000 afectados de Sinaloa. Unas lluvias que sin embargo son beneficiosas, según el gobernador Mario López. “En Sinaloa pedíamos a gritos el agua, Dios nos la está mandando. Los beneficios están por reflejarse”, dijo el mandatario, quien estimó que el nivel de las presas aumentará al 50%. Para los agricultores, el panorama no era tan optimista.
Pero las imágenes más difundidas en las últimas horas tienen que ver con Atoyac, en Guerrero, donde 62 personas quedaron bajo el barro tras un alud. En este pequeño pueblo perdido entre el verde de la montaña, que ayer visitó el presidente Enrique Peña Nieto, han pasado los días más angustiosos de su vida cuando un cerro se desgajó. Unas 330 personas fueron rescatadas después de dos días viendo caer agua y piedras de las laderas, pero más de 60 siguen desaparecidas.
La otra imagen es la de los cocodrilos y los saqueos en Acapulco.
La presencia de los soldados permitiendo que robaran comida pero no electrodomésticos resume la caótica situación que se vive en la ciudad después de recibir el impacto simultáneo del huracán Ingrid, por el Atlántico, y la tormenta tropical Manuel, por el Pacífico. La población arrasó varios centros co- merciales de los que se llevó hasta las cajas registradoras.
En este puerto, antaño destino favorito de estrellas de Hollywood y hoy azotado por la violencia del narcotráfico, se concentran la mayoría de los problemas. A los miles de turistas varados por quinto día consecutivo se suman los problemas de desabastecimiento de alimentos. Conseguir una botella de agua es una tarea que lleva muchas horas de cola.
Y las protestas no se han hecho esperar. Ayer jueves, bajo un fuerte y renovado sol, miles de frustrados turistas se agolpaban junto a la pista de despegue de la base militar con la esperanza de volver a sus hogares y trabajos. Incluso un centenar de ellos bloqueó la Costera Miguel Alemán, la arteria principal de la ciudad. “Nos dijeron desde hace tres días que nos apuntáramos en las listas de los vuelos del Ejército, pero no ha salido nadie del albergue, por lo que es mentira que están tomando en cuenta a los afectados”, afirmó Francisco Villegas.