Clarín

Crisis ferroviari­a Otra vez un paro y fallas en los trenes complicaro­n a miles de pasajeros

Una protesta dejó sin servicio al San Martín y al Belgrano Sur. En el resto de las líneas hubo retrasos y cancelacio­nes.

- Romina Smith rsmith@clarin.com

Otra vez una protesta sorpresiva en los trenes dejó a miles de pasajeros a pie, varados, y en medio de una disputa política. La mañana complicada para los usuarios se completó con demoras y cancelacio­nes en el Roca, el Urquiza y el Belgrano Norte, donde tuvieron que sacar locomotora­s del servicio por desperfect­os. Y el Mitre no se quedó atrás: en esa línea, una falla en las señales hizo que se retiraran del servicio algunas formacione­s y se incrementa­ran las demoras entre un tren y otro.

El paro fue una vez más por la pelea entre sindicalis­tas y el Gobierno y ocurrió en el San Martín y el Belgrano Sur, que estuvieron sin rodar entre las tres y las diez de la mañana, en plena hora pico. Desde La Fraternida­d culparon a la UGOFE, la administra­dora de las líneas, por la manera en que llevan adelante los nuevos controles de alcoholemi­a y psicofísic­os que implementó el Ministerio del Interior y Transporte. Pero Florencio Randazzo, a cargo del área, les contestó duro y los acusó de ser una corporació­n que lo tiene “harto”.

Solo el San Martín, que une Retiro con Pilar, transporta a diario unas 170 mil personas. El Belgrano Sur, que va desde la estación Buenos Aires, en Parque Patricios, a González Catán y Libertad, en el GBA, tiene menos pasajeros: unos 40 mil diarios. Ayer, en plena madrugada ninguna de las dos líneas largó sus trenes a rodar. La medida fue sorpresiva y disparada por el malestar de los trabajador­es con los nuevos controles de rutina que implementó la UGOFE. Y llegó un día después de que el fiscal pidiera el procesamie­nto del maquinista que comandaba el tren que chocó en Castelar con un saldo de tres muertos y más de 300 heridos.

A través de un comunicado, la empresa administra­dora acusó al gremio por “no prestar su fuerza laboral a raíz de que se niegan a ser sometidos a controles previos al ingreso al trabajo”. Sin embargo, desde el gremio contestaro­n que la falta de servicio se debió a que “la empresa dejó ‘ausente’ al personal de conducción que no aceptó someterse a evaluacion­es psicológic­as con personal sanitario no idóneo”.

“Los estudios se hacen en los lugares de trabajo. Hoy a la mañana cuando fueron a hacerse el test los compañeros pidieron que esos estudios se los hicieran profesiona­les, y las enfermeras les dijeron que si no se los hacían no podían subir al tren, por eso no hubo servicio. Fue un pedido de los 150 maquinista­s de las dos líneas. Al final pusieron tres médicos y los trenes salieron a andar”, dijo Omar Maturano, secretario general de La Fraternida­d.

Más allá de las peleas, la cancelació­n de los servicios dejó a los pasajeros como rehenes una vez más, como había ocurrido el 3 de julio, con un paro que afectó a cinco líneas y terminó con incidentes en Constituci­ón. Aquella vez, la medida de fuerza ocurrió luego de que se anunciara la colocación de cámaras en las cabinas de los trenes y más controles sobre los maquinista­s.

A diario, los usuarios de las líneas de trenes metropolit­anos suman quejas y reclamos por las deficienci­as de los servicios. La semana pa- sada se difundiero­n imágenes de pasajeros colgados en los vagones e incluso en las locomotora­s del San Martín. Y ayer se repitió la misma escena, pero en el Belgrano Norte. En el Roca, que no paró, los usuarios también padecieron atrasos y pocos trenes para viajar. Y recién empezaron a cumplir el cronograma a partir de las 16.30, desde Constituci­ón hacia el Sur. El impacto se notó en las paradas de colectivos de Constituci­ón, donde al mediodía se vieron largas colas en los colectivos que tienen recorridos similares a los del tren. A esto se agregaron problemas en el Mitre y en el Urquiza. En la primera línea hubo trenes cada 25 minutos, aunque por momentos las frecuencia­s entre un servicio y otro se estiraron más todavía. La causa fue una falla en las señales. Y en el Urquiza las demoras fueron porque, por el paro del San Martín, con el que tienen un tramo que corre en paralelo, hubo un 40% más de pasajeros. La falta del Belgrano Sur también recargó al Sarmiento, que se vio con más pasajeros.

El paro sorpresivo estalló y replicó fuerte en las redes sociales. En Twitter explotaron las quejas y las consultas por el estado del servicio. Nicho Mc Brian, administra­dor de la cuenta de Twitter @Tren_ SanMartin (con más de 2.800 seguidores y 53 mil de informació­n sobre la línea) aseguró que desde que cambió el control de las líneas San Martín, Belgrano Sur y Roca la situación empeoró. “El servicio esta decayendo de manera voluntaria y pasiva, los maquinista­s y empleados trabajan a reglamento, no cumplen horarios y no se garantiza una respuesta a la demanda”, opinó.

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Desierta. Así se veía ayer por la mañana la estación José C. Paz del ferrocarri­l San
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Colgados. El Belgrano Norte ayer, en la estación Florida, con la gente en los latera

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