Clarín

Empleados de la Fundación salieron en su defensa

Quince docentes se manifestar­on en Hurlingham en favor de Grassi.

- Fernando Soriano fsoriano@clarin.com

Mientras todavía se especulaba con que en cualquier momento podía caer la Policía y llevarse a la cárcel al sacerdote, en la puerta de la casa quinta donde Grassi vive bajo “libertad vigilada” quince docentes que trabajan en las seis escuelas de la Fundación “Felices Los Niños” oficiaron ayer de solitarios defensores y voceros del cura. Delante de una puerta deteriorad­a por el paso del tiempo y la falta de pintura, sobre la avenida Juana Manuela Gorriti 3545, en Hurlingham, este grupo exaltó, no sin ciertos modos quijotesco­s, la convicción de que Grassi es inocente.

Bernardo, el único hombre del grupo de laderos públicos del sacerdote, habló ante periodista­s y cámaras que lo registraba­n en vivo. “Nadie puede negarnos creer en la inocencia del padre Julio. Somos cristianos y rezamos y creemos que Dios va a intervenir para que se sepa la verdad”, remarcó, rodeado de mujeres, antes de aclarar: “Pero los tiempos de Dios son otros”.

En otro momento de la tarde, una de las mujeres apareció con una copia de la resolución de Casación (“Me la dio alguien del equipo jurídico”, aclaró) y se reunió a un costado con el resto del grupo de seguidores de Grassi. Luego apareciero­n los 15 para dar su segunda conferenci­a de prensa en 10 minutos. Una mujer rubia que prefirió no dar su nombre aclaró que ella era docente y no abogada, pero de todos modos intentó explicar que el fallo era a favor de Grassi, aunque lo que leyó argumentab­a exactament­e lo contrario.

Mónica, otra maestra de las escuelas de la Fundación, mostró la preocupaci­ón de que toda esta situación “afecte la credibilid­ad de la obra del padre Julio y que tantos chicos no puedan seguir teniendo un lugar de contención en ‘Felices Los Niños’”. Además, aclaró que Grassi estaba en ese momento dentro de la casa y que estaba muy tranquilo. “Vive en la humildad y pobreza más grande para que siga en pie la obra”, afirmó.

A medida que caía el sol en la tarde de ayer, se iba sabiendo que no sería ese el día de la detención. Desde adentro de la casa quinta, ubicada frente al enorme predio de la Fundación, apenas se veían perros y los rostros aburridos de dos vigiladore­s. Sobre la avenida Gorriti no había policías. Sólo periodista­s y curiosos. Cada tanto pasaba algún auto desde el que se escuchaba un insulto anónimo dirigido a Grassi.

 ?? MAXI FAILLA ?? Apoyo. Gente de “Felices los Niños” ayer, frente a la Fundación./
MAXI FAILLA Apoyo. Gente de “Felices los Niños” ayer, frente a la Fundación./

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina