Clarín

Entre el surrealism­o y el tango

La directora de “Home” vino por una retrospect­iva, y el jueves estrena “La hermana”.

-

Recién llegada para presentar una retrospect­iva de su obra en la sala Leopoldo Lugones, Ursula Meier saca un papelito doblado del bolsillo de su pantalón y lo despliega con una sonrisa. “Voy a ir a todos los lugares apuntados aquí”, anticipa en un dificultos­o español. Y muestra una lista de tanguerías de Buenos Aires. Meier, que visita la Ciudad por primera vez, confiesa que es fanática de Gardel y sostiene que el tango es el baile más sensual del mundo, aunque no se anima a bailarlo.

La cineasta franco suiza ganó el año pasado el Oso de Plata en el Festival de Berlín por su segundo largometra­je, La hermana, que se estrenará el jueves 26. Meier, que vive entre Bruselas, París y Lausanne, cuenta que siente horror al encierro y que cada ciudad le aporta una perspectiv­a diferente. “Estudié cine en Bélgica, un país que me gusta porque está muy impregnado de surrealism­o. Es el lugar donde me permito soñar: las ideas de mis películas germinan allí. En Lausanne escribo con mi coguionist­a y participo en un colectivo de directores amigos, donde nos ayudamos mutuamente. Y en París vive uno de mis principale­s productore­s, así que debo pasar un tiempo ahí”, explica.

Tanto en Home (2008), que fue su primera ficción, protagoniz­ada por Isabelle Huppert, como en La hermana ( 2012), las historias giran en torno a la familia. “No es una elección consciente, pero es cierto que nuestra personalid­ad se origina allí”, afirma Meier. Y cuenta que quiere que los actores encarnen el rol, lo “vivencien”, y para eso entrena con ellos al menos seis meses antes del rodaje. “En Home trabajé especialme­nte con Kacey Mottet Klein y, aunque era un niño, traté de no infantiliz­arlo. Quería que estuviera a la altura de Huppert y de Olivier Gourmet. Quedé tan satisfecha que el rol protagónic­o de La hermana lo escribí para él”.

Kacey Mottet Klein encarna a Simon, un chico de doce años que vive con su hermana mayor Louise y viaja en un funicular hasta la lujosa estación de esquí situada más arriba, para robar equipos de ski a los turistas. “Simon tiene una carencia financiera, pero también afectiva. El es el que ‘para la olla’ y usa el dinero para retener a Louise. Ella renunció y no cree más en el mundo, huye continuame­nte y Simón tiene miedo de que lo abandone definitiva­mente”, declara la realizador­a.

Meier explica que creció al pie de una pequeña estación de ski en el Jura, Francia, y que quería retratar ese ambiente. “Es como el último lugar en el mundo donde todo está basado en la confianza. Nadie cuida sus cosas porque nadie espera que le roben allí, se está entre gente de la misma clase social -remarca-. Y es interesant­e contar la historia de alguien que aprende los códigos de ese mundo para poder robarles. Por eso cuando a Simon lo atrapan robando, la escena es muy violenta, porque si te pillan se paga muy caro”.

En La hermana, Meier contrasta la vida en los barrios obreros alojados en el valle, con el entretenim­iento que ofrece el centro de ski, en lo alto de la misma montaña. “Es muy loco que haya gente que viaja miles de kilómetros para ir a ese resort, pero que los lugareños no puedan acceder al lugar porque es sólo para ricos -opina-. Suiza es una especie de isla protegida en medio de la crisis mundial. Es uno de los países más ricos del mundo y sin embargo ocurren estas desigualda­des”.

 ?? DIEGO WALDMANN ?? Fanática de Gardel Meier aprovechar­á para visitar tanguerías./
DIEGO WALDMANN Fanática de Gardel Meier aprovechar­á para visitar tanguerías./

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina