Jack Johnson
Cantando en la cresta de la ola El sábado vuelve a presentarse en Buenos Aires este cantautor de Hawai, que combina su amor por el surf y el mar con su buen gusto para el folk rock. La historia de un deportista ecologista que quiere cambiar el mundo.
“Hola.” Desde algún lugar de Hawai, el saludo de Jack Johnson llega en un castellano que descoloca. Pero que enseguida encuentra en su explicación una razón lógica, aunque admita que en su vecindario el idioma no goza de popularidad alguna.
“Acá podés encontrar mucha gente que habla inglés o japonés, pero no castellano”, dice el cantante, surfer y cineasta. ¿Entonces? “Entonces, que siempre supuse que viajaría a surfear a muchos países donde se habla en español, y pensé que lo mejor que podía hacer era aprenderlo.”
Sin embargo, en 1992, un accidente entre las olas de Oahu truncó su carrera deportiva y lo obligó a una convalecencia durante la cual la guitarra, que había comenzado a tocar unos diez años antes, se transformó en la llave de un futuro de músico y cantante, y condenó su castellano a un olvido casi irremediable. Y si bien no le iba nada mal domando olas a bordo de las tablas, los casi 20 millones de discos que lleva vendidos desde el lanzamiento de su primer álbum, Brushfire
Fairytales ( 01) lo inhabilitan para cualquier tipo de queja. ¿ Imaginabas, al comienzo, que tus canciones alcanzarían algún día la repercusión que lograron? Para nada. En aquellos días éramos mi guitarra y yo, grabando de forma casera y con la expectativa mínima de que algunos amigos escucharan lo que hacía.
¿Y qué pasó? Pasó que cuando hice mi primer disco salí a telonear a G. Love, y ellos primero, y después Ben Harper, ayudaron a que creciera como músico, y a que la transición de estar grabando en mi casa a salir al escenario de un festival con miles de personas en el público fuera muy rápida. ¿ Ese éxito inmediato cambió en algo la relación casi artesanal que tenías con la música? ¿ No te generó la presión de mantenerlo? Puede que haya ocurrido eso, en alguna medida. Pero, por suerte, el éxito que tuvimos sirvió para que pudiéramos hacer otro disco,
Quiero promover una conciencia ecológica, sobre todo entre los más jóvenes, para que las cosas cambien.”
pero no llegó al punto de que la compañía nos exigiera que hiciéramos lo mismo, como suele ocurrir. Entonces, cuando hicimos
On and On ( 03), y vimos que a pesar de que en los EE. UU. no nos iba tan bien como con el debut, el disco era muy bien recibido en muchas partes del mundo, la presión desapareció. Y con el tiempo, además, logré salirme un poco de la dinámica que te impone la industria.
¿ En qué sentido? En el de haber podido romper con esa rutina que llegó a su punto máximo con In Between
Dreams (tercer disco de Johnson, editado en 2006), de componer, grabar, editar, salir de gira, llegar a un lugar e ir a tocar a una disquería primero, después hacer una entrevista en una radio y a la noche hacer el show. Eso es algo que está bueno mientras no tenés hijos, y andás solo por el mundo. Pero por esa época nació mi primer hijo, y creo que desde entonces ya no volví a poner tanta energía en esa parte de mi trabajo.
Del mismo modo que modificaron su relación con el show bu- siness, los cambios personales de los que habla Johnson también fueron tiñendo con diferentes temáticas sus composiciones.
“En un punto, mis canciones siempre giraron y giran en torno a las relaciones humanas”, aclara el cantante, antes de explicar su obra, que tiene en el mar una fuente de inspiración ineludible. “El océano es parte de mi vida. Es un punto de reunión, el lugar en el que encuentro a mis amigos, donde me conecto con la inspiración: mi inspiración viene del mar; él me da mucho”, dice el cantante, antes de desmenuzar la hoja de ruta de su carrera.
“El primer álbum estaba focalizado en el vínculo que me unía a mis amigos, en la vida universitaria y mi mudanza a California, donde experimenté una vida diferente, con nuevas amistades. Los dos siguientes estuvieron más dedicados al inicio de mi matrimonio, al nacimiento de mi primer hijo; una temática que contrasta con la de los dos posteriores, marcados por la pérdida de gente muy querida”, resume Johnson.
¿ Eso incluye la de tu padre?
Mi padre es el eje en torno al cual gira To the Sea (N. del R: Album previo a From Here to Now to
You, que presenta el sábado en el Complejo Al Río, en Vicente López). Pero antes había muerto un primo de mi esposa, de sólo 20 años. Algo que me resultó muy difícil de afrontar.
“Después, ya empecé a escribir más desde la perspectiva de padre”, sigue Johnson, quien pese a su reticencia a revelar cuestiones domésticas, cuenta que le divierte compartir música con sus hijos.
“En el living de casa hay una batería y guitarras, y a ellos les gusta tocar. Son fans del rock, escuchan The White Stripes; me gusta, porque me recuerdan a los tiempos en los que tenía una banda de punk rock, en la secundaria”, detalla. Para enseguida poner cierta distancia entre su experiencia directa y lo que canta.
“Me gusta mantener mi vida familiar en un marco de privacidad. Lo que digo es que, si bien mis canciones se nutren en la relación que mantengo con mis hijos y con mi esposa, no revelan aspectos íntimos, sino que hablan de cuestiones que muchos otros padres comparten con sus hijos, o que muchos otros hombres viven con sus esposas”, dice.
En cambio, Johnson hace de su compromiso con el cuidado del medio ambiente una militancia que en 2003 tradujo en la creación de la Kókua Hawai’i Foundation ( Ver recuadro El festival más ecológico del mundo). ¿ No es contradictorio, en algún punto, tu militancia ambientalista con tu aporte a una industria que consume, en grandes dosis, energías no renovables? Sí. Por eso me llegué a plantear si no debía parar de hacer tours, y evitar ese impacto negativo. Pero, entre eso y mantenerme en movimiento intentando hacer de la nuestra una industria más responsable, me pareció mejor la segunda opción. Al menos nos da la posibilidad de llevar nuestro mensaje a distintas partes del mundo. Quiero promover una conciencia ecológica, sobre todo entre los más jóvenes. Creo que es una manera de contribuir, en la medida de lo posible, a que las cosas vayan cambiando.