Un colectivo se hundió en un pozo
Estaba parado por el semáforo y no hubo heridos. Calculan que los arreglos llevarán una semana. Hay restricciones en el tránsito.
Fue en Alem y Marcelo T. de Alvear, por la rotura de un caño de agua. Tardarán siete días en arreglarlo.
Habían pasado unos minutos de las 10 y el interno de la línea 152 esperaba la luz verde en el semáforo de Leandro N. Alem y Marcelo T. de Alvear, en Retiro. De pronto el ruido, el movimiento y la sorpresa: el asfalto se hundió debajo de las ruedas traseras izquierdas y el colectivo quedó atrapado. Los trabajos de reparación van a demorar siete días y hay restricciones para el tránsito vehicular que se dirija hacia el Sur por los carriles laterales de Alem.
Según contaron los testigos, el colectivo iba lleno pero todos los pasajeros pudieron bajar sin problemas. A medida que pasaban los minutos el agujero se hacía cada vez más grande hasta llegar a dos metros por 1,50: hubo que llamar a una grúa para sacarlo.
Desde el ministerio de Ambiente y Espacio Público explicaron que la rotura se produjo tras el arreglo reciente de un caño de AySA. “La empresa está a cargo de la reparación y es responsable de dejar el asfalto en condiciones”, apuntaron.
En tanto desde AySA emitieron un comunicado en el que precisaron que el problema se originó en la filtración de una cañería de agua de 300 milímetros de diámetro. “La eventualidad determinó una reno-
Arreglos. Personal de AySA empezó con los arreglos por la tarde./ vación de la cañería que finalizará en las primeras horas de la noche (por ayer) y consiste en el reemplazo de un caño de dos metros de largo por un nuevo tramo de hierro dúctil”, explicaron. Después vendrán los trabajos de relleno y la repavimentación de la calzada.
No es la primera vez que se produce una situación así en la Ciudad. En mayo del año pasado, un auto que estaba estacionado sobre la avenida Boedo (y Constitución), cayó en un pozo que había provocado un caño roto en el pavimento.
Un porcentaje importante de los pozos que hay en la Ciudad corresponden a las empresas de servicios públicos, que ante una situación de emergencia abren la calzada ( o las veredas) y no siempre la cierran como corresponde. “En caso de que el arreglo no se haga de la forma adecuada, se puede intimar y/o multar a la empresa”, agregaron desde el Ministerio.