Crimea, dilema para Cristina
Crimea, la península donde se dirime un explosivo conf licto entre Ucrania y Rusia, se está convirtiendo en un problema también para la política exterior argentina.
La integridad territorial ha sido una pieza clave en el reclamo por las Malvinas, por ejemplo. No hay parangón entre una situación y la otra, por supuesto, porque las islas son una rémora colonial que, luego de la guerra ganada y de la prosperidad económica, marchan hacia la autodeterminación.
Argentina ha denunciado presencia de tropas extranjeras (británicas) en territorio nacional. Ucrania denunció que tropas rusas apoyan una virtual secesión de la estratégica península.
Voceros rusos dijeron que el gobierno quiere proteger a connacionales que viven en Crimea y que se sienten amenazados por el nacionalismo ucraniano.
Una de las razones que invocó Londres entonces fue idéntica a la que utiliza Moscú hoy: la defensa de ciudadanos de la colonia cuando los argentinos desembarcaron en las Malvinas.
Lo principal es que la integridad territorial de Ucrania está en peligro.
¿Por qué entonces la Argentina no se ha pronunciado ni condenado todavía esta situación? El canciller Timerman se entrevistó en Ginebra con su par de Rusia. Lo poco que ha trascendido fue que Timerman pidió la vigencia de los derechos humanos y de la Carta de Naciones Unidas al diferendo ruso-ucraniano.
La Carta de Naciones Unidas defiende
Cristina no se pronunció sobre la violenta rebelión que obligó al presidente prorruso de Ucrania a huir a Moscú. Ni tampoco sobre la anexión de Crimea por Moscú.
la integridad territorial.
¿Por qué Timerman no menciona específicamente que Argentina considera que Crimea pertenece a Ucrania? Rusia, EE.UU., Francia y el Reino Unido reconocieron que la península era ucraniana cuando se hizo la transferencia de armas nucleares a Moscú, tras el colapso de la Unión Soviética y el retorno de las soberanía de los países que estaban en la órbita de la ex URSS.
El sábado, la Presidenta condenó el “golpe suave” que, según ella, se intentó en Caracas contra Maduro. Y señaló que a la democracia había que defenderla siempre, así sea de derecha o de izquierda. Hasta ahora, no se pronunció sobre la violenta rebelión que obligó al presidente prorruso de Ucrania, Viktor Yanucovich, a huir a Moscú.
Para Vladimir Putin, en cambio, se trató de un golpe de Estado porque el nuevo gobierno encaró negociaciones para un acuerdo con la Unión Europea.
Argentina integra el Consejo de Seguridad y tiene la séptima población de ucranianos en el mundo.
La política exterior argentina está ahora en sintonía con la rusa. Replica así la posición de Venezuela que, a su vez, sigue a la cubana. En la crisis siria quedó evidente el alineamiento junto a Assad. Algunas fuentes, forzando la interpretación, le adjudicaron a este alineamiento el hasta ahora frustrado acuerdo con Irán.