El reencuentro del titular de la Corte con los K: gestos y advertencias
Con un lenguaje “casi episcopal”, Lorenzetti escenificó ayer su reencuentro con el kirchnerismo y se impuso una misión difícil: consensuar con el Gobierno y el Congreso una política “efectiva” frente al avance del narcotráfico.
Fue un gesto político fuerte. El año pasado, cuando la Corte debatía la ley de medios, Alak, Gils Carbó y otros representantes del kirchnerismo boicotearon con su ausencia la inauguración del año judicial. Era cuando los K creían que Lorenzetti votaría contra esa ley e, incluso, lanzaron una denuncia por supuesta evasión fiscal contra sus hijos.
Ayer entraron en fila india unos minutos antes de iniciarse el acto y dispensaron saludos formales. Aunque Gils Carbó no ocupó un lugar en el estrado junto a la Corte como hacía su antecesor Esteban “Bebe” Righi y establece la tradición judicial.
El presidente de la Corte, en un mensaje consensuado con sus pares, dijo que la sociedad argentina convive “con paradigmas divergentes” y pidió crear “una cultura del encuentro” entre la Justicia, el Gobierno, la oposición y el resto de la
Alak y Gils Carbó, que boicotearon el acto de la Corte el año pasado, ayer se presentaron
sociedad para construir políticas de Estado sobre todo contra el narcotráfico. Lo dijo frente a Berni, quien hace dos semanas parafraseó a Pablo Escobar para admitir que el Estado no puede vencer a los narcos, que son como un ejército de hormigas. Y se niega a difundir estadísticas sobre la cantidad de droga incautada, las “cocinas”, etc. Entonces, ¿ cómo se puede consensuar una política de Estado si primero no se conoce un diagnóstico basado sobre estadísticas creíbles? Quizás en esta etapa política de debilidad del kirchnerismo acepten una propuesta de debate de esta magnitud. Y se discuta centralizar la lucha en un organismo nacional, una especie de DEA criolla, o crear juzgados con jurisdicción en todo el país por delitos de narcotráfico y no estén obstaculizados con la división de jurisdicciones que obliga, por ejemplo, a un magistrado de la Capital a pedir permiso a otro de una provincia para investigar a sospechosos. Por lo pronto, Lo- renzetti espera volver a reunir la comisión interpoderes.
En otro tramo, Lorenzetti habló contra la impunidad en lo que pareció un mensaje pero sin decir su destinatario . Citó la obra de teatro “El Enemigo del Pueblo”, del escritor noruego Henrik Ibsen en la que el doctor Stockmann advierte a un pueblo que vive de un balneario que el agua está contaminada. Al principio es un héroe y luego un enemigo por amenazar la principal fuente de trabajo del pueblo. Parafraseó Lorezentti a Stockmann: ”Sabía que las aguas están contaminadas, pero no las bases morales de este pueblo”.