La UCR pidió que el Gobierno no envíe el proyecto al Congreso
La baja en las penas que supone la modificación del Código Procesal Penal agitó el escenario político y el radicalismo pidió ayer al Gobierno que no envíe el anteproyecto al Congreso porque no están “dadas las condiciones en la sociedad” para dar ese debate. Pero, desconfiados, abrieron el paraguas y avisaron que si el Gobierno insiste y finalmente envía la iniciativa, la UCR no formará parte de las comisiones en las que se trate.
“El radicalismo le pide al Gobierno que no envíe el proyecto de reforma del Código Penal”, sostuvo el presidente del partido, Ernesto Sanz, durante una conferencia de prensa por un encuentro con la Mesa de Enlace. El senador radical adelantó, además, que si finalmente el proyecto llega al recinto, sus bloques, en ambas Cámaras, votarán en contra.
Aunque ayer el radicalismo mostró una postura muy dura frente a la reforma, lo cierto es que el en- tonces jefe de su bloque en Diputados, Ricardo Gil Lavedra, formó parte de la comisión que realizó el anteproyecto, igual que el macrista Federico Pinedo. Ahora, tras la polémica, ambos partidos opositores resisten cambiar la norma.
Consultado sobre este punto, Sanz se excusó: “Gil Lavedra es un notable jurista, pero eso no involucra al partido”. Su par, Gerardo Morales, en tanto, señaló que el propio Gil Lavedra expresó sus desacuerdos con algunos puntos del proyecto cuando se lo entregaron a la presidenta Cristina Kirchner, en febrero de este año.
Tanto Sanz como Morales coincidieron en que la discusión en trono a la reforma del Código Penal anula la discusión sobre otros temas puntuales que afectan la seguridad. “Quedó en segundo plano el avance del narcotráfico en el país, la apropiación de territorios por bandas del crimen organizado”, apuntó el mendocino.
Pese a su encendido rechazo a la modificación del Código, Sanz volvió a criticar al diputado del Frente Renovador Sergio Massa, que fue quien instaló el debate al lanzar una consulta popular para lograr lo que ahora pide la UCR: que el proyecto no llegue al Congreso. Sanz habló ayer del “oportunismo y la demagogia” de algunos sectores sobre el tema.