La comunidad italiana, dividida por el monumento a Colón
Unos aceptan el traslado para poder preservarlo. Otros esperan la decisión de la Justicia.
Ya desmantelado, el monumento a Colón espera. Sus partes regadas como en una ronda coparon la plaza homónima, detrás de la Casa Rosada. Y el navegante genovés sigue recostado, cubierto por una red de protección. Su traslado es un hecho: lo acordaron los gobiernos de Nación y Ciudad y después de un año de polémicas, cautelares y acusaciones, la comunidad italiana quedó resquebrajada.
Lejos de la unanimidad de criterios, se abrieron dos frentes: los que se niegan a cualquier mudanza, y alegan que la ubicación es parte de la historia y la voluntad de quienes donaron el monumento, y los que aceptarían el traslado por temor a no volverlo a ver en pie nunca más.
Como adelantó Clarín en su edición del domingo, hubo un acuerdo verbal entre la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri para mudar el monumento. Eso sería consecuencia de la reunión que mantuvieron previamente Macri y el Jefe de Gabinete de Nación, Jorge Capitanich, en diciembre. Allí ya hablaron de la mudanza y, entre otros acuerdos y obras, Nación otorgó el permiso para que la Ciudad construya la extensión de la autopista Illia ( que la conectará con la General Paz).
Y frente al acuerdo, una parte de la colectividad plantó bandera: quieren a Colón en la plaza Rubén Darío, junto al Museo Nacional de Bellas Artes y frente a la Floralis Genérica del arquitecto Eduardo Catalano. “Seguir insistiendo con la situación judicial nos parece inútil. Básicamente porque tememos que al final el Colón termine desarmado y arrumbado en cualquier galpón”, dijo a Clarín Dario Signorini, de la Federación de Instituciones Italianas de Buenos Aires (Fediba).
“Lamentamos que el monumento que donaron nuestros ancestros haya sido utilizado por Nación y Ciudad como parte de sus disputas políticas, pero ahora nuestro interés es preservarlo”, reafirmó Signorini. La postura la apoyan desde Feditalia y los Comites (quienes representan a los italianos residentes en el exterior).
Pero en la vereda de enfrente, el Circulo Italiano y otras siete asociaciones tienen una visión diferente: “Exigimos la total restauración del monumento y que quede emplazado en su lugar de origen, como lo quisieron los donantes y como dice la ley”, explicó Horacio Savoia. Para hoy convocaron, junto a la ONG Basta de Demoler, a una reunión abierta a la comunidad en el Museo Histórico de La Boca (Alte. Brown 1399).
Claudio Avruj, subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, aseguró que buscan “privilegiar la historia del monumento, su ubicación dentro de Buenos Aires y que se respete su integralidad. Queremos además cerrar el frente interno que se ha abierto en la comunidad italiana. Recién ahí podemos avanzar con Nación en la firma de algún acuerdo. Por un tema urbanístico y de suelos, aún es muy pronto para hablar sobre cuál sería la plaza indicada ind para p reubicar el monumento”.