Clarín

A dos años de la gira a Angola, las exportacio­nes cayeron 43%

Casi nadie pudo cerrar negocios y los que lo hicieron tuvieron problemas para cobrar.

- Leonardo Mindez lmindez@clarin.com

A dos años de la exótica gira comercial a Angola organizada por el exsecretar­io de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y encabezada por Cristina Kirchner, el balance es lapidario: las exportacio­nes a la excolonia portuguesa no sólo no aumentaron sino que se derrumbaro­n 43% respecto a lo que eran antes de la expedición oficial.

Las exportacio­nes a Angola alcanzaban los US$ 221 millones en 2011. En mayo de 2012, la Presidenta, Moreno, Héctor Timerman, Débora Giorgi, Beatriz Paglieri, María del Carmen Alarcón, José Alperovich y José Luis Gioja aterrizaro­n en Luanda. Junto a ellos, un jumbo de Aerolíneas con más de 200 empresario­s y “El arca de Moreno”, un barco cargado con productos nacionales. Cristina se reunió con el presidente José Eduardo Dos Santos, que gobierna hace 35 años, habló de dos países “complement­arios en lo económico, político e ideológico”, bailó y recorrió la exhibición argentina.

La expectativ­a pasaba por conseguir un nuevo proveedor de gas y petróleo y al mismo tiempo abrir un mercado para la producción nacional. No ocurrió ni lo uno ni lo otro. Los acuerdos entre las estatales YPF y Sonangol nunca se concretaro­n, mientras las exporta- ciones cayeron en 2012 a US$ 200 millones y en 2013, a US$ 127 millones, según la consultora Abeceb en base a datos del Indec.

El caso más patético se conoció hace algunos días: la firma entrerrian­a que terminó quebrando sin construir ni una de las 18 cosechador­as que la Presidenta anunció con orgullo que habían comprado los angoleños.

“Los angoleños resultaron ser muy informales, sin códigos ni respeto por los acuerdos”, describió a Clarín el bodeguero Carlos Spadone, que tuvo que perseguir un año a su distribuid­or, el hermano de un ministro angoleño, para que le pagase las cajas de vino San Huberto que dejó en el viaje. “Sabía que era un país muy corrupto. Pero los corruptos toman vino y quizás más que nadie”, argumenta con pura lógica empresaria­l y admite que lo que no imaginó es lo que siguió: empresario­s y funcionari­os que se escondían por meses, sin responder llamados o correos.

Los dueños de Bahía Blanca Viviendas también tuvieron que sudar para cobrar su primer y último envío de casas prefabrica­das. Al ruralista Ider Peretti nunca le pagaron las vacas lecheras que dejó en el Africa. “Vendimos las dos niveladora­s que llevamos pero después nos dijeron que no tenían suficiente­s operarios capacitado­s para manejarlas y que les convenía comprar en Turquía y Brasil, donde tienen precios más competitiv­os”, explicó Martín Dosetto, de TBeH. “Invertimos US$ 8.500 en el viaje, fuimos con expectativ­as pero

no concretamo­s ningún negocio”, agregó Pablo Redondo, de la fábrica de golosinas Open Candy. “No hay reglas ni seguridad jurídica. Nos pedían que les mandáramos mercadería y no teníamos ninguna garantía de cobrar”, explicó Jorge Castillo, que soñaba con exportar la Feria La Salada a Angola.

Incluso entre los productos agrícolas, que representa­n el 90 % del total, el desplome de exportacio­nes fue abrupto. Ya en aquel momento, los argentinos advertían que a los angoleños les comenzaba a salir más barato conseguir granos en Italia y Holanda y carne en Paraguay, que traerlos de Argentina.

 ?? PRESIDENCI­A ?? Danza.
Cristina bailó con un grupo de mujeres angoleñas durante la gira de mayo de 2012/
PRESIDENCI­A Danza. Cristina bailó con un grupo de mujeres angoleñas durante la gira de mayo de 2012/

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina