El régimen limita el diálogo y rechaza pactar con la oposición
El yerno de Chávez y vicepresidente dijo que los encuentros son para identificar problemas, no para pactar acuerdos. No aludió a la inflación, el desabastecimiento o la violencia. Ayer, nuevas marchas.
El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, puso un fuerte límite al crucial diálogo político iniciado el jueves al rechazar cualquier posibilidad de un pacto entre el acorralado gobierno de Nicolás Maduro y los partidos opositores. “No vamos a pactar, no hay manera de que la revolución pacte”, dijo el funcionario que es yerno del fallecido Hugo Chávez fundador del movimiento oficialista. Arreaza añadió que “lo que sí podemos hacer es identificar problemas y tratar de solucionarlos en conjunto”.
El país experimenta desde febrero pasado un oleada de moviliza- ciones antigubernamentales que comenzaron en las organizaciones universitarias pero luego se extendieron a las fuerzas políticas opositoras. El detonante es una devastadora crisis económica con una inflación anual de casi 60%, el desabastecimiento cada vez más pronunciado de mercaderías de primera necesidad y una violencia urbana récord en el mundo que el gobierno no ataca ni reconoce. Ayer hubo nuevas marchas en Caracas y otras ciudades del país. La decisión de los estudiantes es no dejar de estar en las calles, dijeron.
El presidente Nicolás Maduro inició el jueves la ronda de diálogo con la oposición, pero con un dis- curso en el que sostuvo que lo que está en discusión son sólo dos modelos de país y aludió a que las protestas tienen intenciones golpistas. No abordó el tema de la crisis y se negó taxativamente a la demanda de que sean liberados los actividades presos, incluyendo al dirigente opositor Leopoldo López.
Arreaza, en la misma línea, se limitó a señalar que el gobierno busca una “agenda de trabajo para el país”. Y remarcó que “hay que determinar los problemas y atacarlos en conjunto, con niveles de gobierno que se articulan y hacen algo para el pueblo, para que tenga más acceso a su felicidad social”.
El gobierno se vio obligado a aceptar estos encuentros con la oposición porque pese a una formidable represión y el saldo de 41 muertos y centenares de heridos, no logró detener ni morigerar las protestas.
En la región se observa con preocupación que de continuar la crisis puede peligrar efectivamente la presidencia de Maduro. De ahí que se impulsó el diálogo que se realiza con la supervisión del Vaticano y la Unasur y la presencia de los cancilleres de Colombia, Ecuador y Brasil que velan por que se logre un acuerdo.
El régimen sin embargo sostiene que no está negociando y que se trata de un diálogo sobre temas
nacionales. El líder opositor Henrique Capriles le advirtió a Maduro en la primera ronda de los encuentros que es preciso hacer algo “o sino esto -el país- revienta”, y describió el alcance de la crisis económica que sufre Venezuela. Un nuevo encuentro se realizará el martes, pero el ambiente es de enorme pesimismo.
A las conversaciones no han sido invitados los dirigentes universitarios que juegan un papel central en las movilizaciones. Según Arreaza, la próxima ronda estará dirigida a “la paz, la lucha contra la criminalidad, contra las bandas y las mafias vinculadas con el narcotráfico, contra los paramilitares y la delincuencia común. Tenemos diferencias, hay quienes interpretan las Constitución de una manera y nosotros de otra”, simplificó.
Arreaza forma parte de un ala del gobierno que defiende como un éxito completo el proceso que vive el país, liberando al gobierno de responsabilidades en la crisis económica que describen como un creación de la oposición. Capriles, que es gobernador del Estado de Miranda, advirtió que los resultados del diálogo dependen del régimen que tiene la capacidad de tomar decisiones. “Fuimos a decir la verdad, pero hay muchos temas que no se pudieron tocar. A los cancilleres les dijimos: Si ustedes creen que el modelo de este gobierno es tan bueno, ¿ por qué no se aplica en otros países?” dijo. Capriles exhortó al régimen a liberar a los estudiantes detenidos, a López y a dos alcaldes enjuiciados y destituidos porque son opositores. “Ellos ( gobierno) hablan de respeto, ¿pero acaso respetaron la voluntad del pueblo al destituir a los alcaldes electos?”, preguntó sobre los jefes comunales despedidos de San Cristóbal, Daniel Ceballos, y de San Diego, Enzo Scarano.