Afirman que el copiloto del avión malasio intentó llamar por celular
La señal fue captada por la torre de comunicaciones de la isla de Penang. Se agotan las baterías de las cajas negras.
Los investigadores del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, que desapareció misteriosamente hace más de un mes con 239 personas a bordo, descubrieron que el copiloto Fariq Abdul Hamid intentó hacer una llamada con su celular justo antes de que se perdiera el contacto por satélite y radar.
El avión, que cubría la ruta entre Kuala Lumpur y Beijín, habría volado a baja altura cerca de la isla de Penang, en la costa oeste de Malasia, permitiendo así que una red de esa isla capte la señal del móvil. “La torre de telecomunicaciones estableció la llamada que estaba intentando hacer. Es probable que la comunicación se cortara porque el avión se estaba alejando rápidamente de la torre y no alcanzó la cobertura de la siguiente”, señaló el diario malasio New Straits Times, citando fuentes del caso.
Por otro lado, el periódico sostuvo que el celular de Hamid fue “reconectado” a la red, pero no se sabe con certeza si logró estable- cer la comunicación finalmente. Un familiar del copiloto dijo que el profesional tenía una relación muy cercana con su madre y que ella podría haber sido la receptora del llamado. “Si Fariq hubiera podido hacer una llamada antes de la desaparición del avión, habría sido a ella”, sostuvo.
El comandante Zaharie Ahmad Shah, de 53 años, y su copiloto Fariq Hamid, de 27, están en la mira de los investigadores. Sin embargo, hasta ahora no hubo ninguna prueba o pista que los comprometa en el caso. La comunicación con el vuelo se perdió sobre el Mar del Sur de China una hora después del despegue. Radares militares detectaron que el avión dio la vuelta y después tomó rumbo hacia el norte, hacia el mar de Andamán. Los análisis satelitales posteriores señalan que lo más probable es que haya terminado en las profundidades del océano Indico.
Hoy continuaba la búsqueda del aparato, con la intervención de 14 barcos, a unos 2.300 kilómetros al noroeste de Perth, tras la recepción de señales a comienzos de la semana que podrían proceder de la caja negra del aparato.
Los investigadores están llevando a cabo una carrera contrarreloj para localizar esas cajas negras antes de que se terminen sus baterías y la señal sonora desaparezca para siempre. “Estamos entrando en la etapa en la que la señal empieza a agotarse”, explicó el primer ministro australiano, Tony Abbott.