El Vaticano exculpa a un obispo de Puerto Rico acusado de pedofilia
Consideró que no hay bases para la acusación
Casi el mismo día en que el papa Francisco hacía un mea culpa por los abusos a los niños por parte de sacerdotes, la Delegación Apostólica en Puerto Rico anunció ayer que el Vaticano cerró el caso contra un obispo de la isla, acusado de “actos lascivos”, al no hallar bases para las acusaciones.
La Congregación para la Doctri- na de la Fe, que se encarga de ese tipo de denuncias, cerró el caso contra el Obispo de Arecibo, Daniel Fernández, tras determinar de manera “final y firme” que la acusación carecía de méritos, informó la delegación.
El prelado se mostró satisfecho y recordó que recientemente él había expulsado a seis sacerdotes acusados de abuso sexual en su diócesis y que las acusaciones en su contra fueron hechas por venganza.
“Recibo con satisfacción la determinación de la Santa Sede, quien luego de investigar el caso y evaluar las alegaciones en contra de este servidor, determinó que no se sostienen y ha dado por cerrado el caso. Siempre sostuve que las referidas alegaciones eran falsas y confié en que la verdad prevalecería. Ha sido muy doloroso enfrentar la calumnia y la difamación, pero desde el primer momento que tuve conocimiento sobre esas alegaciones en mi contra perdoné a los autores de las mismas, y le pido al Señor que les de paz espiritual”, expresó.
Agnes Poventud, abogada del hombre que había acusado a Fernández de molestarlo sexualmente cuando era niño, rechazó la decisión. Las autoridades del Vaticano nunca entrevistaron a su cliente, según le dijo al diario El Nuevo Día.
La decisión tiene lugar en momentos en que Fernández objeta una solicitud del departamento de justicia de Puerto Rico para que se le entreguen documentos confidenciales relacionados con una investigación en curso sobre abuso sexual en la diócesis del pueblo de Arecibo, en la costa norte puertorriqueña.
La diócesis había entablado una demanda judicial en la que alegaba que no debería entregar la información porque ya había proporcionado suficientes detalles y deseaba proteger la identidad de los que hicieron las acusaciones.
Un juez desechó la demanda la semana pasada y le dio a la diócesis dos semanas de plazo para que entregue la información. Asimismo, las autoridades acusaron a principios de marzo a uno de los sacerdotes expulsados en Arecibo, Edwin Mercado Viera, de haber cometido actos lascivos. El departamento de justicia también investiga a otros tres sacerdotes.