Clarín

Aplausos, lágrimas y pétalos de rosa en la despedida de Alfredo Alcón

Acompañado por actores y público, el cortejo fúnebre partió del Congreso y pasó por el Teatro San Martín.

- Agustina Binotti Especial para Clarín

Bajo una tenue lluvia, ayer, a las diez menos cuarto de la mañana, se cerraron las puertas del Salón de los Pasos Perdidos en el Congreso de La Nación, donde se realizó el velatorio de Alfredo Alcón, y por el que pasaron cientos de personas a darle el último adiós. El actor, de 84 años, falleció en la madrugada del viernes, en su casa de Palermo, por una falla respirator­ia que se desencaden­ó por el cáncer que lo había mantenido internado unos cuantos meses. Dentro del Congreso despidiend­o a quien supo ser amigo y maestro estaban sus colegas Norma Aleandro, con su hijo Oscar Ferrigno, Cristina Banegas, Ana María Picchio, Marco Antonio Caponi y Nicolás Cabré, entre otros. Afuera, solo se acercaron un puñado de personas.

El cortejo fúnebre que trasladó los restos del actor hizo una parada en las puertas del Teatro San Martín, lugar donde Alcón trabajó en distintas obras a lo largo de su vida. Allí lo esperaban un poco más de cien personas que lo aplaudiero­n tanto o más que en los finales de sus maravillos­as interpreta­ciones sobre el escenario. “Maestro” y “gracias”, sollozaba la gente que no podía disimular su tristeza y dejaba que las lágrimas se derramaran por sus caras mientras le tiraban f lores al auto. Entre ellos estuvo Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, que dijo unas palabras alusivas, además de Aníbal Ibarra, el ex jefe de Gobierno porteño, y Joaquín Furriel, el último actor con el que compartió el escenario Alcón en la obra “Final de partida”, el año pasado.

Desde ahí una caravana de diez autos siguió al féretro con los restos de Alcón por la avenida Córdoba, despertand­o el saludo y aplauso espontáneo de quienes reconocían el cortejo en la calle, y también de quienes, desde los balcones, alertados quizás por los noticieros, salían a rendirle homenaje.

Ya en el cementerio, al descampado, el viento y el frío se hicieron notar rápidament­e. Allí estaban esperando Adrián Suar, Guillermo Francella, Pablo Codevilla, María Onetto, Peto Menahem, Paula Kohan, Alejandro Vanelli, Jorge Vitti y el productor Pablo Kompel. Apenas llegó el auto, todos quisieron cargar sus restos hacia la capilla ardiente donde el sacerdote dio el responso. Al finalizar, el féretro fue trasladado al Panteón de Actores, a unos cuantos metros de la capilla.

Antes de que el ataúd fuera bajado al subsuelo, para ser colocado en el nicho designado, Joaquín Furriel leyó una carta. “Jorge Vitti, el gran amigo de Alfredo, me pidió que leyera unas palabras de Lluis Pascual un director de teatro español a quien Alfredo quiso mucho”, dijo el actor a Clarín. Luego, por pedido de su ex esposa y compañera de toda la vida, Norma Aleandro, Carolina y Alejandro Gómez cantaron el Ave María. La actriz fue la última en besar el cajón antes de que fuera guardado en el nicho. “Nos volveremos a ver”, exclamó Guillemo Francella antes de retirarse. “Era mejor persona que actor, con eso te digo todo”, dijo Susana Zucotti, una íntima amiga del actor que se fue abrazada a la bandera que cubría su féretro.

Todos se retiraron pasado el mediodía recordando a Alfredo, el actor que supo ganarse el prestigio, la admiración y el respeto arriba y abajo del escenario, por igual.

 ??  ?? Final de partida. Esa obra de Becket fue la última que Alcón representó. Y fue en el San Martín, el teatro que él prestigió, y por el que pasaron sus restos antes de su último destino.
Final de partida. Esa obra de Becket fue la última que Alcón representó. Y fue en el San Martín, el teatro que él prestigió, y por el que pasaron sus restos antes de su último destino.
 ??  ?? El adiós de Aleandro. Norma, junto a su hijo Oscar Ferrigno, recibe el emocionado beso de Guillermo Francella.
El adiós de Aleandro. Norma, junto a su hijo Oscar Ferrigno, recibe el emocionado beso de Guillermo Francella.

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