Los pibes pusieron las reglas
Valdez Chamorro tiene 20 años y gritó por duplicado. Astina (18) le había hecho uno a Boca y anoche gozó otro.
Esos pibes que pisan el área de San Lorenzo con la misma desfachatez que podrían hacerlo en la pista de cualquier boliche se transforman en el alma de la fiesta granate. Bailan en la noche del Nuevo Gasómetro Marcos Astina y Jorge Valdez Chamorro, los chicos maravilla de Lanús. Con 18 y 20 años respectivamente, marcaron tres de los cuatro goles de este equipo que sigue haciendo historia ante San Lorenzo, un rival ilustre que no le puede ganar hace seis temporadas.
Astina había tenido un debut soñado el campeonato pasado justo ante Boca, el equipo al que tanta gloria le dio Guillermo Barros Schelotto. Fue el 21 de diciembre en Arias y Guidi en un vibrante empate 2 a 2. Después, jugó poco y nada, pero el Mellizo siempre lo tuvo en cuenta a este chiquilín que fue campeón del Sudamericano Sub 17 con la Selección Argentina. Anoche, le volvió a abrir las puertas de la titularidad ante la seguidilla de partidos que tiene que disputar Lanús entre la Copa Libertadores y el Torneo Final. Y el juvenil respondió. Después de una gran jugada de Oscar Junior Benítez, otro talentoso de la cantera granate de 21 años, aprovechó un rechazo defectuoso y clavó un bombazo rasante en el arco de Se- bastián Torrico.
Valdez Chamorro también tuvo un sábado inolvidable justo después de una de las semanas más difíciles de su joven vida. El fallecimiento de su abuela Tita lo golpeó al pibe de San Vicente. Y su primer grito, el segundo en la fría noche del Nuevo Gasómetro, estuvo dedicado a ella. Se levantó la camiseta y mostró una leyenda que recordaba a la nona. Fue muy emotivo.
El cuarto grito, el que le puso un sello a la goleada, volvió a encontrar a esos pibes mágicos. Astina encaró y dejó a Valdez Chamorro cara a cara con Torrico. El juvenil no dudó y vulneró al arquero mendocino para hacer aún más colosal esa noche de buen fútbol.
Valdez Chamorro -aun con aparatos de ortodoncia- destacó el primero de sus dos goles. “Fue el que más me gustó”, dijo. Y explicó: “Fue una jugada rápida, me perfilo para mi pierna izquierda y le pego desde fuera del área. En el segundo, estuve tranquilo y la pude poner contra un palo”. Del equipo, el juvenil reflexionó: “Lo que más me gustó fue que hicimos los goles en el momento justo y presionamos noventa minutos”. Y agregó: “Me pone muy contento que hayamos jugado todos juntos. Nos criamos en el club desde los 9 años, vivimos infantiles y llegar a Primera y cumplir es una felicidad enorme”.
Astina parece un especialista en marcarle a los grandes. Sus únicos dos goles fueron con Boca y San Lorenzo. “Siempre entra”, dijo. Y agregó, consciente de que otros son los titulares: “Hay que aprovechar cada minuto y aprender”.