Doble cinco, doble realidad
Zuculini, que se irá al Manchester City, jugó mal y salió en el inicio del segundo tiempo.
En este Racing de pálida actualidad y triste presente tanto en la tabla como en el juego, ellos tienen funciones parecidas. Comparten metros en la misma porción de terreno y se encargan tanto de ser filtros en el mediocampo así como de incursionar por momentos en la ofensiva del equipo. Sin embargo, a pesar de esas similitudes, anoche tuvieron diferencias. Bruno Zuculini cometió un error que le costó a Racing el tanto de Olimpo, mientras que Gastón Campi fue el responsable de “salvar” a su compañero al convertir el gol del empate. Historias cruzadas del tan mentado doble cinco de estos tiempos...
No fue una noche fácil para Racing en general. El equipo sufrió muchísimo las imprecisiones de sus jugadores, que le impidieron progresar en la gestación del juego. Zuculini, como primera opción de salida en el mediocampo, tuvo mucho que ver en ello. Porque fue el más impreciso de los volantes del conjunto de Reinaldo Merlo. Erró desde los pases más sencillos hasta los más complejos y, con el transcurso de los minutos, la gente fue perdiendo la paciencia con él. Lo que, sin embargo, terminó de sentenciar su f loja noche fue el mal pase a Saveljich, cuando no tenía ningún tipo de presión, que derivó en el robo del colombiano José Adolfo Valencia y su posterior corrida al gol.
Tal fue el partido de Zucu que Mostaza lo reemplazó por Aued cuando apenas iban 4 minutos de la segunda etapa. El volante se fue entre una mezcla de silbidos y aplausos de parte de aquellos que lo bancan un poco más por ser del club. Los que más lo cuestionan ponen sobre el tapete las actuaciones del mediocampista a lo largo de todo el torneo, en el que no está teniendo el rendimiento esperado, pero sobre todo juzgan su actitud, la que vinculan al arreglo que tiene Racing con el Manchester City inglés, que se lo llevará cuando finalice la temporada.
Campi, en tanto, fue quien equilibró la balanza. Sin brillos, parado un poco más atrás de la línea de volantes y apenas por delante de los defensores, fue también presa de las imprecisiones pero en menor medida y fue, además, quien alcanzó la igualdad en la única aproximación seria de Racing en el primer tiempo. Su participación resultó decisiva en términos del resultado: tras un mal despeje de la defensa de Olimpo, capturó el rebote y definió cruzado, cayéndose y haciendo inútil la estirada de Champagne. Fue la otra cara de la moneda en el mediocampo local, que padeció un mal partido, como el resto del equipo. Incluso más allá de los vaivenes de sus protagonistas centrales.