Clarín

Acelerar del viento a la lluvia

Las ráfagas superaron los 100 km/h. A algunos pilotos, por ejemplo, se les trabaron los limpiapara­brisas.

- VIEDMA. ENVIADO ESPECIAL Miguel Angel Sebastián msebastian@ clarin.com

Resulta difícil encontrar un antecedent­e de un día tan complicado en los climático para el automovili­smo argentino como fue el de ayer para el Súper TC 2000 en Viedma. Porque hubo días de lluvia, días de intenso frio, días con mucho viento, pero una jornada con todos esos condimento­s juntos y elevados a su máxima potencia, no se recuerda desde hace un tiempo largo. Un temporal tremendo que encima encontró en un escenario amplio y abierto como el del autódromo rionegrino, un campo propicio para que el viento y el agua estuviesen a sus anchas desde la mañana hasta la tarde.

Trotamundo de muchos circuitos, Norberto Fontana sólo recordó una situación similar vivida en 1997 en Japón en sus tiempos en la Fórmula Nippon. “Fue en el circuito de Mine e incluso nos avisaron que podía haber un tifón. No se dio pero hubo mucho viento y agua. Gané y festejé solo”, contó con la satisfacci­ón de ser el escolta de los dominantes Peugeot.

Todo se hizo muy difícil para todos. Para los pilotos, por el estado de la pista, no tanto por la lluvia sino por el viento que en algunos casos, como señaló Matías Rossi, trabó los limpiapara­brisas; para los mecánicos, por las complicada­s condicione­s de trabajo en los boxes entre el agua y los cables; y para los estoicos banderille­ros, fotógrafos y camarograf­os, por sus obligadas tareas al aire libre que los convirtier­on más que nadie en las víctimas del fenómeno. En fin, fue un sábado complicado para cualquiera que juntase coraje y se animase a abandonar un refugio seguro. Salir a los boxes o a recorrer el amplio playón significó una segura mojadura por encima de tener o no la protección de un paraguas y también la necesidad de aplicar un freno de mano imaginario para no ser “llevado” por las fuertes ráfagas del viento de más de 100 km/h.

El viento fue el gran fantasma. Hizo tambalear algunas carpas sembrando el temor entre quienes, ante cada ruido, presentían la posibilida­d de una caída. Por ser la primera en el ordenamien­to, la del equipo Toyota fue una de las más amenazadas. No pasó nada. Cumplió su objetivo el muro de protección que formaron micros, camiones y trailers de los equipos.

Aunque clasificó la Fiat Punto ( Stuart Milne hizo el mejor tiempo), el temor provocó la acertada suspensión de la Fórmula Renault. “Cuando di una vuelta al circuito y vi volar cosas, no lo dudé porque cualquier objeto podía impactar en la cabeza de los pilotos. Este es un riesgo que no hay en los autos con techo”, explicó Pablo Peón, presidente del Súper TC 2000. Si hoy mejora el tiempo correrá la F Renault. Hay pronóstico de mejoría. Ojalá. Lo de ayer fue suficiente.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina