“La más chiquita nos decía que no conocía el agua caliente”

Uno de los policías que participó del allanamiento en el que fue detenida la mai umbanda se llevó a las chiquitas a su casa el domingo, hasta que la Justicia tomara una decisión. “Lloraban mucho, me abrazaban las tres, estaban muy asustadas. Yo les dije que se quedaran tranquilas, que iban a ir a un lugar lindo y que las íbamos a pasar a visitar”, contó ayer el oficial principal David Quijano, de la Policía de Lanús. El oficial –casado y con dos hijas, de 4 y 5 años– recibió a las nenas, que se quedaron junto a su familia hasta el lunes, cuando fueron llevadas a un asilo en La Plata. “A mí y a mi mujer se nos rompió el corazón, son tres chiquitas que sufrieron un montón. En un momento mi es- posa alzó a la más chiquita y ella nos dijo que nunca había recibido un abrazo. Mi mujer se puso a llorar”, recordó. El policía detalló que a las chicas les costaba mucho comer y casi no sabían cómo usar los cubiertos. “Nos contaron muchas de las cosas que pasaron, no son cosas normales. A la de 4 años la obligaban a levantar la mesa cuando terminaban de comer, algo que no es normal para esa edad”, agregó. “Casi no se reían, yo les hablaba y me miraban con miedo, no me respondían, pero con mis hijas jugaban a las muñecas y se reían un poco. La más chiquita nos decía que no conocía el agua caliente. Y cuando terminó de ducharse, dijo: ‘Me bañé con perfume de princesa’”.