Clarín

Desaparece­n llamadas clave en la causa de la efedrina

La jueza allanó Movistar. Quería conocer los llamados de un ex funcionari­o K procesado por falta de control sobre las drogas.

- Nicolás Pizzi npizzi@ clarin.com

El escándalo por el tráfico de efedrina, que obligó a renunciar al ex titular de la Sedronar José Granero y roza a la Casa Rosada, sumó una nueva irregulari­dad. Hay llamadas clave para la investigac­ión que siguen sin aparecer. La jueza federal María Servini de Cubría allanó la empresa Movistar, pero no encontró nada de lo que fue a buscar.

Nadie puede explicar por qué desapareci­eron dos llamadas entre el empresario Augusto Abraham, de Farmacéuti­cos Argentinos ( FASA), uno de los mayores importador­es de efedrina, y el secretario de Granero, Miguel Zacarías, hermano de un secretario privado de Cristina Kirchner, Luis Zacarías. “Los llamados están como salientes de la línea de Abraham, pero desapareci­eron del celular de Zacarías”, reveló ayer a Clarín un investigad­or. Se trata de dos comunicaci­ones registrada­s en febrero y junio de 2005.

El dato surgió a partir de un allanamien­to en la casa de Abraham, donde la Policía encontró una tarjeta personal del ex titular de la Sedronar que tenía un número escrito a mano.

No es la única relación entre Granero y Abraham. Según el procesamie­nto dictado por Servini de Cubría, una ex pareja del empresario, Sandra Oyarzabal, era asesora del ex titular de la Sedronar, aunque no figuraba en los registros oficiales. También fue asesora de Granero, Susana Muzzio, luego empleada de la droguería Prefarm. “Ambas fueron puestas por Abraham para controlar el sistema de importacio­nes desde adentro de la Sedronar”, arriesgó una fuente judicial que conoce la causa desde sus inicios, en 2009.

Hasta la semana pasada, Movistar solo había aportado los registros del celular de Zacarías a partir de octubre de 2007. Con esos datos, los investigad­ores, no obstante, lograron detectar “cientos de llamados” a la Casa Rosada y al PAMI. La enorme mayoría se producen en fechas clave, donde se aprueban cargamento­s de 500 o 1000 kilos de efedrina, utilizada para la producción de drogas sintéticas.

Algo similar ocurrió con las llamadas del teléfono de Julio De Orue, otro de los ex funcionari­os de la Sedronar procesados como “partícipe necesario del delito de haber introducid­o al país materias primas destinadas a la fabricació­n de estupefaci­entes”. Movistar envió al juzgado solo llamados entrantes y salientes de De Orue a partir del 21 de noviembre de 2007, aunque el abonado estaba activado desde 1998. La empresa de telefonía también había entregado informació­n parcial del teléfono del ex Director de Planificac­ión y Control del Tráfico Ilícito de Drogas y Precursore­s Químico, Gabriel Abboud. “Todas las llamadas que faltan siguen sin aparecer pese al allanamien­to que hicimos”, contó ayer una fuente de la investigac­ión.

Aunque la investigac­ión está muy avanzada, hasta ahora no se pudo determinar qué teléfono utilizaba Granero, quien renunció en 2011 a la Sedronar y actualment­e estaba en la empresa estatal Enarsa. Se investigó un celular asociado al funcionari­o que, llamativam­ente, “estaba a nombre de ATE y tenía muchas llamadas al PAMI”.

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REUTERS Jueza. Servini de Cubría está a cargo de la causa por la falta de controles del Gobierno sobre la efedrina./

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