Liberan al único detenido por la desaparición de una mujer
Es un ex policía y salió bajo fianza. Mariela Bortot fue vista por última vez hace 6 meses.
El ex policía Jorge Orellano ( 58) recuperó su libertad, tras pasar detenido cinco meses y 18 días. Lo acusaron de haber secuestrado a Mariela Bortot ( 40), una vecina de la localidad cordobesa de Inriville.
Hoy se cumplen seis meses de la desaparición de esta atractiva mujer, que la tarde del sábado 25 de enero salió a caminar por las afueras del pueblo y nunca más la vieron.
La búsqueda dio resultados pobres: los policías encontraron una ojota de la mujer en las inmediaciones de la estancia “La Redención”, donde Orellano era jefe de seguridad. Ese campo pertenece al intendente de Inriville, Marcos Rodrigué.
Los análisis genéticos realizados en una mancha de sangre y cabellos rubios encontrados en el Peugeot 206 gris que utilizaba Orellano dieron negativos. Los cabellos estaban en un asiento del auto y la mancha de sangre en el baúl del vehículo.
Tras la desaparición de Bortot, esta ciudad agrícola ubicada a 293 kilómetros al sudeste de esta Capital – casi al límite con Santa Fe– quedó conmocionada. Los vecinos realizaron marchas de silencio y organizaron búsquedas con perros en los campos de la zona.
Esta semana, tras analizar los resultados genéticos, el juez de control de Marcos Juárez, Manuel Trigos, resolvió liberar al único sospechoso.
Ayer a la tarde, Orellano finalmente abandonó el complejo carcelario de Bouwer, fue trasladado a Marcos Juárez y a la noche regresó a Inriville, donde se reencontró con su familia.
Días después de la desaparición de Bortot, una empleada de una estación de servicio declaró que la noche del sábado 25 de enero llegó al lugar Orellano, quien estaba lleno de barro y se mostró muy nervioso: “Me mandé una cagada”, dijo.
Casi dos semanas después, el 6 de febrero, el ex policía fue detenido por orden del fiscal de Corral de Bustos, Gustavo Zuchiatti. Desde el día de su arresto, hasta ayer, Orellano le dijo al fiscal, al juez de Control y a los investigadores que es inocente: “Soy un perejil”.
“Mi cliente es inocente; pasó más de cinco meses preso sin pruebas, por indicios débiles. Creyeron que la cárcel y las torturas a las que fue sometido podrían lograr que dijera qué había pasado con Mariela; pero es muy difícil confesar algo que no se sabe. Mi cliente, Jorge Orellano, nada tiene que ver con la desaparición de esta señora, incluso desde un principio colaboró con su búsqueda”, le dijo a Clarín Francisco Lavisse, defensor del único sospechoso.
El juez Trigos resolvió excarcelar a Orellano por entender que “no hay riesgo procesal”. Sigue imputado del delito de “privación ilegítima de la libertad coactiva”.