El capitán habló ayer con dureza, en Clarín, sobre el conflicto
Tengo mucha bronca porque los dirigentes nos pusieron en esta situación angustiante. Está bien que se hable más de esto que de si jugará Manu Ginóbili. Si no se hace un cambio drástico, todo terminará de la peor manera”. Nos ningunearon. Pedimos que nadie saque plata que no sea suya. No entiendo por qué no se pueden pedir las razones de la debacle. ¿Qué importa si salimos campeones mundiales y en dos años la CABB se funde y la FIBA nos desafilia?”. Si es honesto, el básquetbol argentino tendría que volar y dar un salto gigante. Si sigue por este camino, ¿cuál es la gracia de representar a la CABB? Y si no te dan transparencia, honestidad ni una auditoría...”.
Podemos elegir ser cómplices o no. Una vez que uno sabe y sigue participando, es cómplice. Se malgastó lo que logramos. Hay que luchar por transparencia, pero si esto se convierte en un circo, no podré jugar más ni seré cómplice”. ¿No defraudamos a todos si los que tenemos la posibilidad de hacer algo para que la situación no desbarranque, no hacemos nada y todo desaparece? ¿La pasividad en una cosa tan grotesca no es dejar en banda a la gente?”. Honestidad es lo mínimo que se le puede pedir a una entidad sin fines de lucro como la CABB. Alguien tiene que decir por qué debe tanta plata en todo el país. Los mismos dirigentes deberían luchar por una auditoría”. Hace tiempo que le pedimos a Germán Vaccaro que diera un paso al costado porque se oponía a una auditoría. No tuvimos respuesta. Este año, la diferencia es que estamos muy fuertes y no permitiremos desinvolucrarnos en el tema”. La situación es muy crítica. Y empeoró porque apareció una interna gigante. No entiendo por qué se desesperaron por el sillón del presidente. La interna fue feroz, sin pensar en un proyecto ni en nuestros pedidos”.