Clarín

Una asesora vincula las causas de la efedrina y del Triple Crimen

En una oficina que ocupaba en Puerto Madero la policía encontró facturas de un teléfono que se comunicaba con Sebastián Forza. También se halló una tarjeta comercial del empresario asesinado en 2008 en General Rodríguez.

- Nicolás Pizzi npizzi@clarin.com

El Triple Crimen de General Rodríguez, en 2008, destapó el negocio millonario de la efedrina y obligó al Gobierno a regular la importació­n. El hecho ya fue juzgado por la Justicia, pero sigue vigente. En las dos causas judiciales que investigan la trama de corrupción dentro de la Sedronar hay varias pruebas que remiten al asesinato de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35). Hay una mujer clave que conecta todas las investigac­iones. Se trata de Sandra Oyarzabal, asesora de José Granero y a su vez pareja de uno de los mayores importador­es de efedrina, Augusto Abraham.

En una agencia de publicidad donde trabajaba, en Puerto Madero, la Policía encontró facturas de un teléfono de Abraham con el cual se comunicaba con Forza. En el lugar también apareció una tarjeta del empresario asesinado. La hipótesis más firme sigue siendo que Abraham le vendía efedrina a Forza. De hecho, varios testigos lo denunciaro­n en el juicio del Triple Crimen.

Por el asesinato de Forza y sus socios fueron condenados a perpetua Víctor y Marcelo Schillaci y los hermanos Cristian y Martín Lanatta. El Tribunal Oral 2 de Mercedes dio por probado que fue una venganza: el mexicano Jesús Martínez Espinosa había montado un laboratori­o de drogas sintéticas en Ingeniero Maschwitz y le compraba la efedrina a Ibar Pérez Corradi, prófugo hasta el día de hoy. El conflicto surgió cuando Forza, Ferrón y Bina se asociaron con el mexicano y desplazaro­n a Pérez Corradi. “La causa sigue abierta en la búsqueda de Pérez Corradi y de otras personas involucrad­as”, dijo ayer una fuente judicial.

La tarjeta de uno de las víctimas, Sebastián Forza, apareció en la fir- ma Compañía Latinoamer­icana de Servicios, ubicada en Olga Cossettini 1190. Esa agencia de publicidad pertenecía a Abraham y luego fue administra­da por Oyarzabal. La mujer lo admitió en el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 4, donde se juzga a su ex pareja, a Alberto Salvador López y Guillermo Manfredi, de las empresas Prefarm y Farmacéuti­cos Argentinos, por la importació­n de más de 2400 kilos de efedrina.

“Yo era presidente ( de la agencia). Abraham no podía trabajar, yo la manejaba”, declaró Oyarzabal durante el juicio. Los jueces se sorprendie­ron porque es psicóloga. “No soy experta en publicidad, no me quedó otra, me metí ahí para darle de comer a los cuatro pibes”, tuvo que admitir en alusión a los hijos de Abraham, quien estuvo detenido, pero llegó en libertad al debate oral.

El empresario también es investigad­o por la jueza María Servini de Cubría. Se sospecha que “infiltró” a Oyarzabal y a otra asesora de Granero, Susana Muzzio, en la Sedronar para seguir de cerca el trámite interno de las autorizaci­ones de importació­n. Y lo habría hecho con el aval del ex titular de la Sedronar. Granero lo desmiente. En su indagatori­a, aseguró que conoció a Abraham en 2003, mientras se desempeñab­a en el PAMI. Lejos de reconocer un vínculo personal o laboral, el ex funcionari­o remarcó que denunció a la empresa de Abraham ante la Justicia y la sancionó administra­tivamente por medio de la resolución 490/ 08. La jueza no le creyó y lo procesó hace dos semanas por un delito muy grave: partícipe necesario del delito de haber introducid­o al país materias primas destinadas a la fabricació­n de estupefaci­entes. Pese a la magnitud del escándalo, Granero se mantiene en silencio, al menos hasta que pueda apelar el fallo de Servini.

 ?? /ARCHIVO ?? Caso. La Policía Científica haciendo pericias en General Rodríguez por el Triple Crimen de 2008.
/ARCHIVO Caso. La Policía Científica haciendo pericias en General Rodríguez por el Triple Crimen de 2008.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina