Para la ONU, la gente en Gaza vive “al borde del precipicio”
La agencia de refugiados dice que la población palestina soporta condiciones inhumanas.
Los incesantes bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza dejaron a la población palestina “al borde del precipicio”, según denunció Pierre Krahenbuhl, jefe de la agencia de la ONU para ayuda de los refugiados ( UNRWA), ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Esto llevó a ese organismo a exigir “pausas humanitarias” y un cese del fuego “inmediato” en la Franja. Tras cuatro horas de consultas a distintos funcionarios de Naciones Unidas, el cuerpo ejecutivo de la entidad internacional expresó su “profunda decepción” de que los reiterados llamados a un fin de los enfrentamientos no hayan tenido eco.
Krahenbuhl contó que de los 400 mil palestinos desplazados en Gaza hay unos 220.000 en las instalaciones de la ONU. “Las condiciones de vida en estos refugios son cada vez más desastrosas” por la falta de medios sanitarios y el riesgo de enfermedades, explicó. Para luego detallar que “no hay agua para la higiene, pocos baños, las letrinas son totalmente insuficientes. Hay brotes de enfermedades con infecciones de la piel, sarna y otros males”.
A través de una videoconferencia desde la Franja, el jefe de la UNRWA enfatizó: “Creo que la población está al borde de un precipicio y llamo a la comunidad internacional a tomar las medidas necesarias para enfrentar esta situación extrema”.
Al mismo tiempo reclamó que el cese del fuego sea inmediato y “sin condiciones”, y que sea acompañado por la eliminación “del bloqueo ilegal de Gaza”, para evitar que se convierta en “un lugar inhabitable en pocos años”.
También la jefa de operaciones humanitarias de la ONU, Valerie Amos, expuso la situación de los palestinos ante el Consejo de Seguridad, donde pidió “nuevas pausas humanitarias, diarias, previsibles y suficientemente largas” para permitir socorrer a la población del lugar mientras se espera un eventual cese el fuego.
La funcionaria recordó a ambos bandos que tenían “la obligación absoluta de proteger a los civiles de ataques directos e indiscriminados”, y de evitar afectar a los trabajadores y a las instalaciones humanitarias.
“La guerra también está sometida a reglas”, dijo. Pero aclaró que “la realidad en Gaza hoy es que ningún derecho está garantizado” ya que 103 instalaciones de la ONU en la Franja habían sido alcanzadas por los ataques desde el comienzo del conflicto, el 8 del mes pasado.
Uno de los hechos más graves fue el ataque ocurrido el miércoles pasado sobre la escuela de la ONU en Gaza, donde se refugiaban cientos de familias. La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, acusó a Israel de crímenes de guerra al atacar hospitales, escuelas, estaciones eléctricas y todo aquello que sea indispensable para vivir en Gaza, y recordó que como “fuerza ocupante” tiene la obligación de ofrecer todos los servicios y derechos básicos. “Atacar hospitales viola la ley internacional, la cuarta Convención de Ginebra y es un crimen de guerra”.